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La diÁspora de los visigoDOs
Albert Vicent Ribera i Lacomba
ICAC
Encontramos la primera mención a los visigodos probablemente en el historiador Tácito, a fines del siglo i dC,
cuando habla del pueblo germánico de los «Gothones».
Ptolomeo, en el siglo ii dC, los sitúa en el litoral báltico
de Polonia. Según el historiador godo Jordanes, más tardío, del siglo VI, sus orígenes estarían en la isla de Scandza
(Escandinavia) desde donde habrían emigrado hacia el
sur. Pero esta noticia entraría en el campo de la leyenda,
aunque hoy existe la isla de Gotland, en el mar Báltico,
entre Suecia y Letonia.
La arqueología del norte de Polonia ha identificado a la cultura de Willenberg-Wielbark en esta zona y en
este periodo, y cabe la posibilidad que corresponda a los
primeros godos. Hacia el siglo ii dC emigraron al sudeste
hasta alcanzar Ucrania, desde donde entraron en con-
◁ Solidus del emperador Valente acuñado en
Tesalónica, alrededor del 364-367 dC.
tacto con las fronteras del Imperio romano en la Dacia
(Transilvania) y el Bajo Danubio.
Su existencia y su belicosa presencia se hicieron
más que evidentes a partir de mediados del siglo iii dC,
cuando realizaron numerosas, masivas y violentas incursiones de saqueo en Dacia, los Balcanes y Asia Menor. En
unas de ellas, en el 251, derrotaron y mataron al emperador Decio, en Abrito (Bulgaria). Fue la primera vez que
un emperador romano fallecía en el campo de batalla a
manos de los bárbaros, pero no sería la última a manos
de los godos. Sus terribles correrías continuaron a partir
de entonces hasta que, en el 269, el emperador Claudio II
los derrotó de tal manera en Naissus (Nish, Serbia) que
fue apodado «el Gótico», dando cumplida venganza a la
muerte de su predecesor.
Estos conocidos ataques y combates del siglo iii fueron grandes incursiones de saqueo para conseguir botín
y esclavos, y no significaron ningún traslado de población
desde sus bases en la llanura ucraniana.
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Visigodos y ostrogodos cristianizados
Las fuentes históricas de los siglos iii y iv dC ya diferenciaron dos grupos entre los godos, los greutungos,
instalados más hacia el este, y los tervingios al oeste o,
lo que es lo mismo, los ostrogodos y los visigodos. Estos
últimos estaban en contacto directo con la frontera danubiana del Imperio y seguramente ocuparían parte de
la antigua provincia de la Dacia, la actual Transilvania,
abandonada por el emperador Aureliano hacia el 270. En
Rumanía, Moldavia y Ucrania se extendió la llamada cultura Cherniajov o Santana de Mures, que podría corresponder a los godos del siglo iv.
El estado de guerra con los romanos después del
desastre de Naissus continúo intermitentemente, aunque los godos fueron contundentemente derrotados de
nuevo por el emperador Constantino que, curiosamente,
había nacido en Naissus.
Pero a lo largo del siglo iv no todos los contactos
fueron violentos, como demuestra la evangelización
que concluyó con su conversión al cristianismo de la
mano del obispo godo Ulfilas (341-348). Como este
importante suceso tuvo lugar durante el reinado de
Constancio II, que impuso el credo arriano en el imJoseph Noël Sylvestre. El saqueo de Roma en 410 por los vándalos, 1890.
Óleo sobre lienzo, 197 x 130 cm. © Musée Paul Valéry.
perio, los godos adoptaron y asumieron con firmeza
esta variante cristiana, que fue considerada herética
varios años después y prácticamente desapareció del
panorama religioso romano. Pero los godos, y otros
pueblos bárbaros que la habían adoptado, como los
vándalos, se mantuvieron en ella y se convirtió en una
especie de rasgo de identidad de la nación goda frente
a los romanos.
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En esta coyuntura, a mediados del siglo iv, se consolidó un amplio y poderoso estado godo en Ucrania, regido
por el ostrogodo Hermanarico. Sin embargo, tuvo corta
vida debido a la repentina aparición de los hunos desde
la estepa asiática, que sometieron a los ostrogodos durante un siglo y provocaron la migración de los visigodos/
tervingios hacia el sudoeste, hacia el Imperio romano.
Los visigodos/tervingios entran en el Imperio romano:
paz y guerra. Adrianopolis.
Al llegar a la frontera danubiana, ahora como todo
un pueblo en movimiento huyendo de feroces enemigos,
los líderes visigodos solicitaron a las autoridades romanas
entrar en el territorio imperial para instalarse pacíficamente donde se les asignase, que fue la misma provincia por
donde habían entrado, la Moesia Secunda, en el norte de la
actual Bulgaria, a orillas del Danubio. Este traslado pactado
y pacífico del pueblo visigodo tuvo lugar en el 375.
Pero una vez allí, la situación fue empeorando desde
el principio, debido a que las autoridades romanas sometieron a privaciones a esta masa de emigrantes a los que
regatearon los suministros y los llevaron a la hambruna,
tal como narran los mismos historiadores romanos. Esta
conducta de auténtica extorsión, llevada a cabo por iniciativa propia de algunos altos funcionarios corruptos,
provocó la sublevación general de los nuevos asentados.
Francisco de Vogue. Eurico, rey visigodo (420-484), 1750.
Piedra caliza, 285 x 120 x 110 cm. Plaza de Oriente, Madrid.
© Foto: Antonello Dellanotte
La derrota de las tropas romanas locales y la llegada de nuevos contingentes bárbaros de más allá del
Danubio provocaron la intervención directa del emperador Valente, que se encontraba luchando en la frontera persa. Al frente de la elite del ejército de Oriente, en
La diáspora de los visigodos. Albert Vicent Ribera i Lacomba
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Godos
Ostrogodos
Vi
si
go
do
s
Vouillé 507
tolosa
Abritus 251
narbo
Visigodos
massilia
Florentia 410
barcino
Roma
Saqueo de
Roma 410
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Naissus 270
Adrianopolis 378
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el año 378 Valente fue derrotado y muerto en la célebre
Primero pasaron varios años por los Balcanes y
batalla de Adrianopolis, en Tracia, cerca de la misma
Grecia, saqueando y luchando, no siempre con éxito, por
Constantinopla. Esta gran derrota, para muchos, marcó el
la acción del general romano Estilicón. Algunas veces
inicio del fin del poder militar romano.
pactaban, ora con el Imperio de Oriente, que fue el primer
La posterior llegada del emperador de Occidente,
afectado por sus razias, ora con el de Occidente, sirviendo
Graciano, con otro ejército, permitió controlar algo la si-
a los intereses de un imperio contra el otro. Finalmente, el
tuación y se llegó a un tratado de paz en el 382, gracias
Imperio de Oriente se libró de ellos facilitando su traslado
al cual los visigodos se instalaron en Moesia Secunda. A
a Occidente. En el 401 llegaron al norte de Italia, siempre
cambio tenían que suministrar tropas al debilitado ejér-
luchando y saqueando para sobrevivir.
cito romano de Oriente, ahora regido por el hispano
Teodosio, designado emperador por Graciano.
Su llegada a Italia se produjo en un momento muy
delicado para el Imperio, abrumado, además, por las
Una década después hubo ocasión y necesidad de esas
invasiones de suevos, vándalos y alanos en la Galia e
tropas godas para luchar contra un usurpador en Occidente.
Hispania, de los ostrogodos de Radagaiso en Italia y las
En la batalla decisiva, la del Frígido, en el 394, los godos del
usurpaciones de Constantino y Geroncio en Britania e
ejército oriental, situados por Teodosio en primera línea, lle-
Hispania.
varon el peso de la lucha y sufrieron gran número de bajas,
unas diez mil, lo que provocó bastante resentimiento en los
El saqueo de Roma, en 410,
supervivientes, entre los que se encontraba Alarico.
el preludio al fin de un mundo.
Un pueblo de nuevo en marcha
real del Imperio. Los emperadores, a partir de Constantino,
Desde inicios del siglo iv, Roma ya no era la capital
Al año siguiente, 395, falleció Teodosio como único
habían trasladado su residencia a Milán, mejor conec-
emperador y el Imperio se volvió a dividir en dos partes,
tada, y, después, a Ravena, mejor protegida. Además, la
ahora definitivamente, entre sus dos hijos, la oriental para
creación de una nueva Roma en Oriente, Constantinopla,
Arcadio y la occidental para Honorio.
supuso otra merma en su categoría. A partir de este mo-
Muy resentidos por la masacre del Frígido y dirigidos
por Alarico, los visigodos se rebelaron y reclamaron mejores
mento el valor de la Ciudad Eterna fue más simbólico que
real, pero muy simbólico.
tierras, y empezó un largo trayecto que en el transcurso de
Siempre guiados por Alarico, al principio (402-403)
un siglo los llevaría a instalarse definitivamente en Hispania.
fueron derrotados de nuevo por el general Estilicón, que
fue recompensado con su asesinato (408) por órdenes del
insensato emperador Honorio. A partir de este momento,
◁ Migración de los visigodos. Ilustración: Espirelius
La diáspora de los visigodos. Albert Vicent Ribera i Lacomba
los visigodos camparon sin control por la península itálica
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y asediaron varias veces Ravena y Roma. Finalmente, con
cierta complicidad desde dentro, entraron en Roma en
agosto del 410 y la saquearon durante varios días.
El reino de Tolosa
Este nuevo pacto tuvo efectos más duraderos y
permitió a los visigodos disponer de una base territorial
Este trágico episodio impactó psicológicamente en
estable y durante casi un siglo tuvo paz con el Imperio
todo el mundo conocido. Los cristianos lo vieron como el
la mayor parte del tiempo. Sin embargo, la política res-
preludio del fin del mundo y un castigo por los pecados
pecto a Roma siempre había sido bipolar. Por un lado,
cometidos. Los paganos, por el contrario, lo vieron de una
había una facción proclive a entenderse con el Imperio
manera diferente, un castigo por el abandono de los dio-
y a convertirse en federados (aliados), que predominaba
ses tradicionales.
cuando Roma aún era fuerte. Por otra, había otro grupo
El botín fue inmenso y entre los prisioneros estaba
claramente antirromano, que aumentó su poder según se
Galla Placidia, hija de Teodosio y hermana del inepto em-
acentuaba la decadencia imperial. Ambas tendencias se
perador Honorio, encerrado en Ravena.
solían turnar en el poder, a veces violentamente.
La migración del pueblo visigodo continuó hacia el
A consecuencia del tratado, los visigodos se convir-
sur con la idea de pasar a la provincia de África, la actual
tieron en el brazo armado de Roma en Hispania, donde
Túnez, una de las provincias más ricas del Imperio. Pero
derrotaron y redujeron el reino de los suevos a Galicia y ex-
Alarico murió de malaria cerca de Cosenza, en Calabria, y
pulsaron a los vándalos, que pasaron a África, mientras la
el nuevo rey, su cuñado Ataulfo, cambió de idea y se vol-
Tarraconensis permanecía en poder del Imperio. Siempre
vieron a dirigir hacia el norte. Se cuenta que Alarico fue
al servicio de Roma, su participación fue decisiva en la de-
enterrado en una gran tumba repleta de los tesoros que
rrota de Atila en la batalla de los Campos Cataláunicos, en
habían saqueado y que, para que no fuera expoliada, des-
el 451, que hay que considerar tanto una victoria visigoda
viaron el rio Busento para que la cubriera.
como romana. Allí murió su rey Teodorico. Curiosamente,
Desde Italia el pueblo visigodo llegó al sur de Francia
en este encuentro bélico los ostrogodos lucharon al lado
donde se instalaron violenta y temporalmente en el 412. En el
de los hunos. Poco después, en el 453, murió Atila y el pe-
415 ocuparon Barcelona donde crearon una especie de cor-
ligro huno desapareció tan repentinamente como había
te real y Ataulfo se desposó con Galla Placidia. Tras el asesi-
aparecido y los ostrogodos se libraron de su yugo y se
nato de Ataulfo, los visigodos, regidos por su hermano Walia,
instalaron en la antigua provincia de Panonia (Hungría),
hicieron un nuevo pacto en el 416, por el que devolvieron a
desde donde se trasladaron a Italia a finales del siglo v.
la viuda de Ataulfo, Galla Placidia; abandonaron el nordeste
La paulatina decadencia del Imperio de Occidente
de Hispania; se instalaron controladamente en Aquitania, en
fue aprovechada por los visigodos para aumentar su
el sudoeste de Francia, alrededor de Tolosa, y se comprome-
territorio sin que hubiera mayores desplazamientos de
tieron a luchar contra los enemigos del Imperio.
su población. Incluso llegaron a imponer un candidato
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suyo como emperador, Avito, si bien efímeramente, entre 455-456. Especialmente expansivo, y antirromano,
fue el reinado de Eurico (466-484), que llevó sus fronteras al Loira y al Ródano, ocupó la Tarraconensis y tuteló
buena parte de la península ibérica que, a excepción del
reino suevo de Galicia, se había convertido en un territorio atomizado y autónomo, más o menos regido por
las antiguas elites romanas. En estos momentos se produciría la primera pero aun minoritaria emigración de
visigodos a Hispania.
La gran, y última, emigración visigoda a Hispania
Esta misma expansión por la Galia tropezó con la de
los francos, que se habían hecho con el control del norte
y el este de Francia. El conflicto acabó siendo inevitable y
terminó en el 507 con la derrota y muerte del rey Alarico II,
hijo de Eurico, en la batalla de Vouillé.
Este desastre supuso la salida rápida del pueblo
godo del sur de la Galia y su traslado a Hispania. La catástrofe para los visigodos hubiera sido aun mayor sino
fuera por la intervención a su favor del rey ostrogodo
Teodorico, que envió tropas para ayudar a sus «primos»
visigodos y, sobre todo, para defender los derechos de su
nieto, aun menor de edad, Amalarico, hijo de Alarico II.
Este intermedio ostrogodo, que supuso la incorporación
de nuevos contingentes godos desde Italia, permitió con-
La diáspora de los visigodos. Albert Vicent Ribera i Lacomba
servar parte de las posesiones en la Galia, la Septimania
(el Languedoc) y facilitó a la mayor parte del pueblo visigodo su traslado a la península ibérica. Algunos de estos
nobles ostrogodos, Teudis y Teudiselo, llegaron a ser reyes. El núcleo principal de la población goda se instaló en
la meseta norte y en los alrededores de Toledo.
Durante la primera mitad del siglo vi los visigodos, unos doscientos mil, frente a unos seis millones
de hispanos, se fueron instalando en la mayor parte
de la Península, sobre todo en las antiguas provincias
Tarraconensis y Carthaginensis. Pero en buena parte del
territorio su presencia directa se redujo a las guarniciones de las zonas fronterizas y de las principales ciudades,
como Emerita, Barcino, Valentia, Caesaraugusta, Hispalis
y otras pocas más, que jalonaban las principales vías de
comunicación. La distribución de los obispados arrianos
da una buena idea de este control territorial.
Hasta la conversión al catolicismo, en el 589, la sociedad estuvo muy separada por la barrera religiosa, pero
también por la prohibición de matrimonios mixtos y la
segregación real, en la práctica, de la población hispana.
Los visigodos, pues, se instalaron como una elite
demográficamente minoritaria pero dominante, que monopolizó los resortes políticos aunque compartió los económicos con la antigua jerarquía católica y los restos de la
nobleza latifundista romana.
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La diÁspora de los visigoDOs
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ICAC
Encontramos la primera mención a los visigodos probablemente en el historiador Tácito, a fines del siglo i dC,
cuando habla del pueblo germánico de los «Gothones».
Ptolomeo, en el siglo ii dC, los sitúa en el litoral báltico
de Polonia. Según el historiador godo Jordanes, más tardío, del siglo VI, sus orígenes estarían en la isla de Scandza
(Escandinavia) desde donde habrían emigrado hacia el
sur. Pero esta noticia entraría en el campo de la leyenda,
aunque hoy existe la isla de Gotland, en el mar Báltico,
entre Suecia y Letonia.
La arqueología del norte de Polonia ha identificado a la cultura de Willenberg-Wielbark en esta zona y en
este periodo, y cabe la posibilidad que corresponda a los
primeros godos. Hacia el siglo ii dC emigraron al sudeste
hasta alcanzar Ucrania, desde donde entraron en con-
◁ Solidus del emperador Valente acuñado en
Tesalónica, alrededor del 364-367 dC.
tacto con las fronteras del Imperio romano en la Dacia
(Transilvania) y el Bajo Danubio.
Su existencia y su belicosa presencia se hicieron
más que evidentes a partir de mediados del siglo iii dC,
cuando realizaron numerosas, masivas y violentas incursiones de saqueo en Dacia, los Balcanes y Asia Menor. En
unas de ellas, en el 251, derrotaron y mataron al emperador Decio, en Abrito (Bulgaria). Fue la primera vez que
un emperador romano fallecía en el campo de batalla a
manos de los bárbaros, pero no sería la última a manos
de los godos. Sus terribles correrías continuaron a partir
de entonces hasta que, en el 269, el emperador Claudio II
los derrotó de tal manera en Naissus (Nish, Serbia) que
fue apodado «el Gótico», dando cumplida venganza a la
muerte de su predecesor.
Estos conocidos ataques y combates del siglo iii fueron grandes incursiones de saqueo para conseguir botín
y esclavos, y no significaron ningún traslado de población
desde sus bases en la llanura ucraniana.
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Visigodos y ostrogodos cristianizados
Las fuentes históricas de los siglos iii y iv dC ya diferenciaron dos grupos entre los godos, los greutungos,
instalados más hacia el este, y los tervingios al oeste o,
lo que es lo mismo, los ostrogodos y los visigodos. Estos
últimos estaban en contacto directo con la frontera danubiana del Imperio y seguramente ocuparían parte de
la antigua provincia de la Dacia, la actual Transilvania,
abandonada por el emperador Aureliano hacia el 270. En
Rumanía, Moldavia y Ucrania se extendió la llamada cultura Cherniajov o Santana de Mures, que podría corresponder a los godos del siglo iv.
El estado de guerra con los romanos después del
desastre de Naissus continúo intermitentemente, aunque los godos fueron contundentemente derrotados de
nuevo por el emperador Constantino que, curiosamente,
había nacido en Naissus.
Pero a lo largo del siglo iv no todos los contactos
fueron violentos, como demuestra la evangelización
que concluyó con su conversión al cristianismo de la
mano del obispo godo Ulfilas (341-348). Como este
importante suceso tuvo lugar durante el reinado de
Constancio II, que impuso el credo arriano en el imJoseph Noël Sylvestre. El saqueo de Roma en 410 por los vándalos, 1890.
Óleo sobre lienzo, 197 x 130 cm. © Musée Paul Valéry.
perio, los godos adoptaron y asumieron con firmeza
esta variante cristiana, que fue considerada herética
varios años después y prácticamente desapareció del
panorama religioso romano. Pero los godos, y otros
pueblos bárbaros que la habían adoptado, como los
vándalos, se mantuvieron en ella y se convirtió en una
especie de rasgo de identidad de la nación goda frente
a los romanos.
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En esta coyuntura, a mediados del siglo iv, se consolidó un amplio y poderoso estado godo en Ucrania, regido
por el ostrogodo Hermanarico. Sin embargo, tuvo corta
vida debido a la repentina aparición de los hunos desde
la estepa asiática, que sometieron a los ostrogodos durante un siglo y provocaron la migración de los visigodos/
tervingios hacia el sudoeste, hacia el Imperio romano.
Los visigodos/tervingios entran en el Imperio romano:
paz y guerra. Adrianopolis.
Al llegar a la frontera danubiana, ahora como todo
un pueblo en movimiento huyendo de feroces enemigos,
los líderes visigodos solicitaron a las autoridades romanas
entrar en el territorio imperial para instalarse pacíficamente donde se les asignase, que fue la misma provincia por
donde habían entrado, la Moesia Secunda, en el norte de la
actual Bulgaria, a orillas del Danubio. Este traslado pactado
y pacífico del pueblo visigodo tuvo lugar en el 375.
Pero una vez allí, la situación fue empeorando desde
el principio, debido a que las autoridades romanas sometieron a privaciones a esta masa de emigrantes a los que
regatearon los suministros y los llevaron a la hambruna,
tal como narran los mismos historiadores romanos. Esta
conducta de auténtica extorsión, llevada a cabo por iniciativa propia de algunos altos funcionarios corruptos,
provocó la sublevación general de los nuevos asentados.
Francisco de Vogue. Eurico, rey visigodo (420-484), 1750.
Piedra caliza, 285 x 120 x 110 cm. Plaza de Oriente, Madrid.
© Foto: Antonello Dellanotte
La derrota de las tropas romanas locales y la llegada de nuevos contingentes bárbaros de más allá del
Danubio provocaron la intervención directa del emperador Valente, que se encontraba luchando en la frontera persa. Al frente de la elite del ejército de Oriente, en
La diáspora de los visigodos. Albert Vicent Ribera i Lacomba
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Godos
Ostrogodos
Vi
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s
Vouillé 507
tolosa
Abritus 251
narbo
Visigodos
massilia
Florentia 410
barcino
Roma
Saqueo de
Roma 410
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Naissus 270
Adrianopolis 378
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el año 378 Valente fue derrotado y muerto en la célebre
Primero pasaron varios años por los Balcanes y
batalla de Adrianopolis, en Tracia, cerca de la misma
Grecia, saqueando y luchando, no siempre con éxito, por
Constantinopla. Esta gran derrota, para muchos, marcó el
la acción del general romano Estilicón. Algunas veces
inicio del fin del poder militar romano.
pactaban, ora con el Imperio de Oriente, que fue el primer
La posterior llegada del emperador de Occidente,
afectado por sus razias, ora con el de Occidente, sirviendo
Graciano, con otro ejército, permitió controlar algo la si-
a los intereses de un imperio contra el otro. Finalmente, el
tuación y se llegó a un tratado de paz en el 382, gracias
Imperio de Oriente se libró de ellos facilitando su traslado
al cual los visigodos se instalaron en Moesia Secunda. A
a Occidente. En el 401 llegaron al norte de Italia, siempre
cambio tenían que suministrar tropas al debilitado ejér-
luchando y saqueando para sobrevivir.
cito romano de Oriente, ahora regido por el hispano
Teodosio, designado emperador por Graciano.
Su llegada a Italia se produjo en un momento muy
delicado para el Imperio, abrumado, además, por las
Una década después hubo ocasión y necesidad de esas
invasiones de suevos, vándalos y alanos en la Galia e
tropas godas para luchar contra un usurpador en Occidente.
Hispania, de los ostrogodos de Radagaiso en Italia y las
En la batalla decisiva, la del Frígido, en el 394, los godos del
usurpaciones de Constantino y Geroncio en Britania e
ejército oriental, situados por Teodosio en primera línea, lle-
Hispania.
varon el peso de la lucha y sufrieron gran número de bajas,
unas diez mil, lo que provocó bastante resentimiento en los
El saqueo de Roma, en 410,
supervivientes, entre los que se encontraba Alarico.
el preludio al fin de un mundo.
Un pueblo de nuevo en marcha
real del Imperio. Los emperadores, a partir de Constantino,
Desde inicios del siglo iv, Roma ya no era la capital
Al año siguiente, 395, falleció Teodosio como único
habían trasladado su residencia a Milán, mejor conec-
emperador y el Imperio se volvió a dividir en dos partes,
tada, y, después, a Ravena, mejor protegida. Además, la
ahora definitivamente, entre sus dos hijos, la oriental para
creación de una nueva Roma en Oriente, Constantinopla,
Arcadio y la occidental para Honorio.
supuso otra merma en su categoría. A partir de este mo-
Muy resentidos por la masacre del Frígido y dirigidos
por Alarico, los visigodos se rebelaron y reclamaron mejores
mento el valor de la Ciudad Eterna fue más simbólico que
real, pero muy simbólico.
tierras, y empezó un largo trayecto que en el transcurso de
Siempre guiados por Alarico, al principio (402-403)
un siglo los llevaría a instalarse definitivamente en Hispania.
fueron derrotados de nuevo por el general Estilicón, que
fue recompensado con su asesinato (408) por órdenes del
insensato emperador Honorio. A partir de este momento,
◁ Migración de los visigodos. Ilustración: Espirelius
La diáspora de los visigodos. Albert Vicent Ribera i Lacomba
los visigodos camparon sin control por la península itálica
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y asediaron varias veces Ravena y Roma. Finalmente, con
cierta complicidad desde dentro, entraron en Roma en
agosto del 410 y la saquearon durante varios días.
El reino de Tolosa
Este nuevo pacto tuvo efectos más duraderos y
permitió a los visigodos disponer de una base territorial
Este trágico episodio impactó psicológicamente en
estable y durante casi un siglo tuvo paz con el Imperio
todo el mundo conocido. Los cristianos lo vieron como el
la mayor parte del tiempo. Sin embargo, la política res-
preludio del fin del mundo y un castigo por los pecados
pecto a Roma siempre había sido bipolar. Por un lado,
cometidos. Los paganos, por el contrario, lo vieron de una
había una facción proclive a entenderse con el Imperio
manera diferente, un castigo por el abandono de los dio-
y a convertirse en federados (aliados), que predominaba
ses tradicionales.
cuando Roma aún era fuerte. Por otra, había otro grupo
El botín fue inmenso y entre los prisioneros estaba
claramente antirromano, que aumentó su poder según se
Galla Placidia, hija de Teodosio y hermana del inepto em-
acentuaba la decadencia imperial. Ambas tendencias se
perador Honorio, encerrado en Ravena.
solían turnar en el poder, a veces violentamente.
La migración del pueblo visigodo continuó hacia el
A consecuencia del tratado, los visigodos se convir-
sur con la idea de pasar a la provincia de África, la actual
tieron en el brazo armado de Roma en Hispania, donde
Túnez, una de las provincias más ricas del Imperio. Pero
derrotaron y redujeron el reino de los suevos a Galicia y ex-
Alarico murió de malaria cerca de Cosenza, en Calabria, y
pulsaron a los vándalos, que pasaron a África, mientras la
el nuevo rey, su cuñado Ataulfo, cambió de idea y se vol-
Tarraconensis permanecía en poder del Imperio. Siempre
vieron a dirigir hacia el norte. Se cuenta que Alarico fue
al servicio de Roma, su participación fue decisiva en la de-
enterrado en una gran tumba repleta de los tesoros que
rrota de Atila en la batalla de los Campos Cataláunicos, en
habían saqueado y que, para que no fuera expoliada, des-
el 451, que hay que considerar tanto una victoria visigoda
viaron el rio Busento para que la cubriera.
como romana. Allí murió su rey Teodorico. Curiosamente,
Desde Italia el pueblo visigodo llegó al sur de Francia
en este encuentro bélico los ostrogodos lucharon al lado
donde se instalaron violenta y temporalmente en el 412. En el
de los hunos. Poco después, en el 453, murió Atila y el pe-
415 ocuparon Barcelona donde crearon una especie de cor-
ligro huno desapareció tan repentinamente como había
te real y Ataulfo se desposó con Galla Placidia. Tras el asesi-
aparecido y los ostrogodos se libraron de su yugo y se
nato de Ataulfo, los visigodos, regidos por su hermano Walia,
instalaron en la antigua provincia de Panonia (Hungría),
hicieron un nuevo pacto en el 416, por el que devolvieron a
desde donde se trasladaron a Italia a finales del siglo v.
la viuda de Ataulfo, Galla Placidia; abandonaron el nordeste
La paulatina decadencia del Imperio de Occidente
de Hispania; se instalaron controladamente en Aquitania, en
fue aprovechada por los visigodos para aumentar su
el sudoeste de Francia, alrededor de Tolosa, y se comprome-
territorio sin que hubiera mayores desplazamientos de
tieron a luchar contra los enemigos del Imperio.
su población. Incluso llegaron a imponer un candidato
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suyo como emperador, Avito, si bien efímeramente, entre 455-456. Especialmente expansivo, y antirromano,
fue el reinado de Eurico (466-484), que llevó sus fronteras al Loira y al Ródano, ocupó la Tarraconensis y tuteló
buena parte de la península ibérica que, a excepción del
reino suevo de Galicia, se había convertido en un territorio atomizado y autónomo, más o menos regido por
las antiguas elites romanas. En estos momentos se produciría la primera pero aun minoritaria emigración de
visigodos a Hispania.
La gran, y última, emigración visigoda a Hispania
Esta misma expansión por la Galia tropezó con la de
los francos, que se habían hecho con el control del norte
y el este de Francia. El conflicto acabó siendo inevitable y
terminó en el 507 con la derrota y muerte del rey Alarico II,
hijo de Eurico, en la batalla de Vouillé.
Este desastre supuso la salida rápida del pueblo
godo del sur de la Galia y su traslado a Hispania. La catástrofe para los visigodos hubiera sido aun mayor sino
fuera por la intervención a su favor del rey ostrogodo
Teodorico, que envió tropas para ayudar a sus «primos»
visigodos y, sobre todo, para defender los derechos de su
nieto, aun menor de edad, Amalarico, hijo de Alarico II.
Este intermedio ostrogodo, que supuso la incorporación
de nuevos contingentes godos desde Italia, permitió con-
La diáspora de los visigodos. Albert Vicent Ribera i Lacomba
servar parte de las posesiones en la Galia, la Septimania
(el Languedoc) y facilitó a la mayor parte del pueblo visigodo su traslado a la península ibérica. Algunos de estos
nobles ostrogodos, Teudis y Teudiselo, llegaron a ser reyes. El núcleo principal de la población goda se instaló en
la meseta norte y en los alrededores de Toledo.
Durante la primera mitad del siglo vi los visigodos, unos doscientos mil, frente a unos seis millones
de hispanos, se fueron instalando en la mayor parte
de la Península, sobre todo en las antiguas provincias
Tarraconensis y Carthaginensis. Pero en buena parte del
territorio su presencia directa se redujo a las guarniciones de las zonas fronterizas y de las principales ciudades,
como Emerita, Barcino, Valentia, Caesaraugusta, Hispalis
y otras pocas más, que jalonaban las principales vías de
comunicación. La distribución de los obispados arrianos
da una buena idea de este control territorial.
Hasta la conversión al catolicismo, en el 589, la sociedad estuvo muy separada por la barrera religiosa, pero
también por la prohibición de matrimonios mixtos y la
segregación real, en la práctica, de la población hispana.
Los visigodos, pues, se instalaron como una elite
demográficamente minoritaria pero dominante, que monopolizó los resortes políticos aunque compartió los económicos con la antigua jerarquía católica y los restos de la
nobleza latifundista romana.
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