El Tolmo de Minateda: de Senable a Teodomiro
Sonia Gutiérrez Lloret
2019
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El Tolmo de Minateda:
de Senable a Teodomiro
Sonia Gutiérrez Lloret
Universidad de Alicante
Un camino en la historia
El Tolmo de Minateda (Hellín, Albacete) es un importante yacimiento situado en el sureste de la provincia de
Albacete, en el valle de Minateda-Agramón, junto al arroyo
de Tobarra, que domina la vía natural que comunica las
tierras del interior de la Meseta con el sudeste costero de
la península ibérica. El descubrimiento casual en 1987 de
una inscripción latina del emperador Augusto (año 8/9 de
nuestra era) reactivó el interés social por un enclave olvidado y supuso el inicio de un proyecto sistemático de investigación y difusión patrimonial en el Tolmo de Minateda y su
territorio que, a lo largo de sus más de treinta años de vida,
ha implicado a diversos actores sociales con importantes
consecuencias en el tejido social de la región.
Este proyecto sistemático, dirigido por la Universidad
de Alicante en colaboración con el Museo de Albacete, ha
◁ Planta y perspectiva isométrica del grupo episcopal, con diversas
propuestas restitutivas del interior del aula basilical del palacio
episcopal. © Tolmo de Minateda, adaptado por D. Kiss
sido impulsado por la Junta de Comunidades de CastillaLa Mancha, que ha logrado entre otros hitos su declaración como Bien de Interés Cultural en 1992, la creación
de un centro de interpretación en el lugar y la apertura
del Parque Arqueológico de El Tolmo de Minateda a principios de marzo de 2019. Su lema museográfico: «Una
ciudad en el camino. Un camino en la historia», ilustra el
significado histórico de un asentamiento, condicionado
en buena medida por su posición estratégica en un importante eje de comunicación.
Este corredor secular es una calzada documentada
por diversos miliarios desde al menos la época iberorromana, que unía entonces Complutum (Alcalá de Henares)
con Carthago Nova (Cartagena). El mismo camino comunicó en época medieval Tulaytula, el nombre árabe
de la visigoda Toletum (Toledo), con la nueva ciudad de
Mursiyya (Murcia), fundada por el emir ‘Abd al-Raḥmān II
a principios del siglo ix, cuando Hispania ya era al-Andalus. Precisamente en ese mismo itinerario, descrito por
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el geógrafo almeriense al-Udrī, se menciona por vez pri-
volvió a habitarse entre los siglos xix y xx, con un conjunto
mera de forma expresa una Madinat Iyyuh, la ciudad de
de casas cueva abandonadas definitivamente con la crisis
Iyyuh, entre Cieza y Tobarra, que hoy sabemos que corres-
del esparto y la emigración rural a la periferia industrial,
ponde inequívocamente a las ruinas de nuestro Tolmo de
en un impás inversamente proporcional al interés cientí-
Minateda. Este nombre árabe perduró en la documenta-
fico que comenzaron a despertar sus ruinas.
ción bajomedieval para denominar no solo la muela de
Sin merma de los importantes resultados obtenidos
El Tolmo, sino también sus aledaños, incluidos la fuente,
en todos los registros de su diacronía, a la que se suma
el puente y la heredad de Medinatea o Medinateda, has-
el santuario neolítico de Minateda incluido en el parque
ta fijar en la toponimia la memoria de la vieja ciudad. El
arqueológico, uno de los resultados más novedosos e
lugar mantuvo su importancia vial a través de la casa de
imprevistos del proyecto ha sido, sin duda, la magnitud
postas, situada en el camino real de Murcia a Castilla, y la
y singularidad de su fase altomedieval, así como su im-
venta de Minateda, en uso hasta el replanteo de la N-301
portancia histórica. Hoy se acepta mayoritariamente su
a principios de los años ochenta del pasado siglo. Este eje
identificación con la nueva sede episcopal de Eio o Elo,
radial acogió también el ferrocarril Albacete-Cartagena
según las distintas grafías de las actas conciliares, y con
desde 1865, con un apeadero en Minateda, y la autovía
la Madīnat Iyyuh mencionada en el famoso tratado de ca-
A-30, hasta conformar la maraña de vías que se entrecru-
pitulación firmado entre Teodomiro («Theudimer», en las
zan hoy a los pies de El Tolmo, como testimonio material
fuentes latinas y «Tudmīr», en las árabes) y ‘Abd al-‘Azīz Ibn
de la importancia histórica de un camino secular.
Mūsā, hijo del conquistador Mūsā, en abril del año 713.
Una ciudad en el camino: Ilunum, Eio, Iyyuh, Minateda
la monarquía visigoda a principios del siglo vii, junto con
Su posición estratégica favoreció una larga ocupa-
Begastri (Cabezo de Roenas, Cehegín, en Murcia), para in-
ción entre la prehistoria y la época contemporánea, con
tegrar los territorios dependientes de los obispados de Ilici
soluciones de continuidad y dos momentos particular-
y Carthago Spartaria, que todavía permanecían en manos
mente significativos desde una perspectiva urbana: la
bizantinas. La segunda, Madīnat Iyyuh, jugó un importante
fase iberorromana, como un importante oppidum y muni-
papel geopolítico en la región de Tudmir, hasta al menos
cipio atestiguado por la epigrafía, identificado probable-
la fundación de la ciudad de Murcia el año 825, construida
mente con la ciudad de Ilunum, y tras un paréntesis, la
como nueva capital de la región en detrimento precisa-
fase altomedieval, cuando resurgió como centro urbano
mente de Iyyuh, que según las fuentes escritas, fue destrui-
durante la época visigoda y el temprano al-Andalus, para
da en aquel momento. Esta denominación, que no es sino
decaer con el califato Omeya de Córdoba. Frecuentado
la transcripción al árabe del nombre de Teodomiro, fue
durante la Baja Edad Media y la Edad Moderna, el cerro
primero el referente de un dominio impreciso, sometido
La primera fue una nueva sede episcopal creada por
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1. Situación de El Tolmo de Minateda; 2. Tramo meridional
de la vía Cartagena-Toledo (segons P. Sillières); 3-4. Vía
ferrea, N-301 i A-31 a su paso junto a El Tolmo
[© Tolmo de Minateda, adaptado por V. Amorós].
por capitulación acordada, y que acabó designando desde
época de ᶜAbd al-Raḥmān I una división administrativa de
al-Andalus, la cora de Tudmīr, hasta al menos la caída del
Califato (kūra en árabe, del griego chóra). El territorio que
administraba el dux Teodomiro quedó reflejado en el Pacto
por las ciudades que en él se mencionan (siete u ocho, según versiones) y de las que han sido claramente identificadas Auryūla/Orihuela, Lūrqa/Lorca, Laqant/Alicante, Ilš
/Ilici en La Alcudia de Elche, Mūla/Cerro de la Almagra en
Cehegín y Buq.sr.h/ Begastri, que definían una provincia en
el sureste de al-Andalus (las actuales provincias de Murcia,
sur de Alicante, este de Albacete y norte de Almería). Se
han propuesto otros emplazamientos para Balantala/
Baltana en áreas geopolíticamente diferenciadas, como
Villena y Valencia, sin consenso científico.
El descubrimiento de una civitas episcopal
El Alto Medievo ha revelado una importante e insospechada ocupación de época visigoda, que continuó
durante el temprano al-Andalus sin aparente solución
de continuidad. Uno de los más significativos descubrimientos de estos años ha sido, sin duda, el espectacular
complejo episcopal construido ex novo en la acrópolis
del cerro, como corresponde a una nueva sede episcopal, y la constatación arqueológica de su abandono
y transformación paulatina en un barrio doméstico de
época islámica; una secuencia diacrónica altomedieval única en su género que ha convertido El Tolmo de
Minateda en un referente internacional para el estudio
del Alto Medievo y del proceso de islamización, al permitir estudiar el cambio cultural en todas sus dimensiones
El Tolmo de Minateda: de Senable a Teodomiro. Sonia Gutiérrez Lloret
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Secuencia y fases
del complejo episcopal.
© Tolmo de Minateda,
adaptado por V. Amorós.
materiales (espacio social, arquitectura, cerámica, moneda, etc.).
No sabemos si el antiguo municipio romano de
Ilunum influyó en la elección del cerro de El Tolmo como
emplazamiento urbano por parte del Estado visigodo,
aunque lo más probable es que el factor determinante
fuese su posición. De hecho, la construcción que representa la autoridad eclesiástica del obispado de Eio no
reocupa edificios anteriores sino todo lo contrario, como
se constata en la transformación topográfica de su solar,
donde se tallarán una serie de terrazas que amortizan
cualquier vestigio precedente, para diseñar después,
sobre la roca, el proyecto edilicio ex novo que permite la
edificación desde sus cimientos del complejo episcopal.
136 /
Los datos estratigráficos y materiales sitúan su reviviscencia en el tránsito del siglo vi al vii (c. 600 dC). Por
el momento, conocemos pocas pero muy significativas
evidencias de la magnitud de dicho proyecto urbanístico:
se reacondiciona el camino rodado rupestre de acceso a
la ciudad, a la par que se construye un baluarte defensivo
para proteger la puerta torreada, que engloba en su interior las ruinosas fortificaciones ibéricas y romanas; se
fortifica también la acrópolis; se urbaniza toda la superficie del cerro con instalaciones industriales, viviendas
y edificios públicos, y se levanta el grupo episcopal (catedral, baptisterio y palacio episcopal). En este complejo de
edificios la autoridad eclesiástica podía desarrollar todas
las funciones litúrgicas, administrativas y residenciales
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que le eran atribuidas. Por ello, la elección de su emplazamiento en el centro de la meseta superior, visible desde
cualquier punto de la ciudad y de su entorno más inmediato, evidencia la importancia simbólica y jerárquica de
estos edificios dentro de la trama urbana.
Como espacios destinados a la liturgia, el complejo
de Eio cuenta con una catedral y un baptisterio construido
a sus pies. La iglesia es una construcción basilical de tres
naves, con santuario absidial colocado de forma canónica
al este. El baptisterio es en realidad una prolongación de la
basílica —con una ligera desviación en su orientación— ya
que se distribuye también en tres naves separadas por pilares y canceles. El espacio central es el que aloja la piscina
bautismal con una planta originariamente cruciforme, que
sufrió numerosas transformaciones y una progresiva reducción de tamaño. Tanto alrededor de la iglesia como en
menor medida en su interior, han aparecido numerosas sepulturas contemporáneas a su uso litúrgico, en las que por
regla general es frecuente encontrar varias deposiciones,
que conforman un cementerio ad sanctos que complementa las necrópolis extraurbanas situadas a lo largo de la vía y
en torno a posibles edificios religiosos suburbiales, como se
sospecha en el caso del cerro frontero de El Lagarto, situado
Planta y sección de las forficaciones de El Reguerón, en la
puerta de la ciudad. © Tolmo de Minateda.
frente a El Tolmo, al otro lado del arroyo de Tobarra.
El conjunto se completa con un edificio frontero a la
separadas por una columnata central de la que sólo se
conservan las tallas circulares en la roca sobre las que irían
levantados los fustes. Aunque el edificio fue muy expoliado, se han hallado restos del derrumbe de su testero septentrional con indicios de ventanas geminadas y un piso
alto, sostenido por pilares interiores y columnas. El edificio,
separado de la iglesia por una plaza y un pórtico, ha sido
interpretado como la domus episcopi o palatium episcopal,
El Tolmo de Minateda: de Senable a Teodomiro. Sonia Gutiérrez Lloret
/ 137
iglesia, compuesto por más de una decena de espacios alineados, entre los que destaca la gran aula basilical (7,5 m
de ancho por 17,3 m de largo), con contrafuertes o pilares
interiores, perpendicular al eje litúrgico de la iglesia —es
decir, dispuesta de norte a sur— y dividida en dos naves
[page-n-7]
Se conservan numerosos elementos decorativos procedentes de talleres regionales como capiteles, ajimeces,
columnas decoradas, canceles o algunas cruces con laurea, halladas exclusivamente en la iglesia y en el aula basilical del episcopio. También se han encontrado diversos
elementos litúrgicos metálicos, entre los que se han podido reconocer lucernarios, lámparas de tipo copto-bizantino, sistemas de suspensión y pendeloques de cruces y
coronas votivas. Del complejo monumental procede también uno de los volúmenes más significativos de moneda
visigoda no tesorizada hallada en contextos estratigráficos
(trientes de Ervigio, Egica y Witiza) y algunos productos de
importación, entre los que destacan por su cantidad las
tapaderas de UWW1 spouted jugs de posible origen oriental, que evidencian el consumo de productos de alto coste por parte de estos grupos urbanos. Es precisamente el
papel del obispo en la organización fiscal y la activa participación de las élites urbanas en la captación tributaria,
Planta y perspectiva isométrica del grupo episcopal, con diversas
propuestas restitutivas del interior del aula basilical del palacio
episcopal © Tolmo de Minateda, adaptado por D. Kiss.
en especial la figura del dux, lo que explica la importancia
de la ciudad en el contexto de la conquista islámica y su
inclusión en el territorio del Pacto de Teodomiro, como
una de las ciudades que ostentó incluso su capitalidad, o
al menos un papel central, hasta la fundación de Murcia
con ambientes de carácter público destinados a la administración y a la audiencia, y otros propios del ámbito privado del obispo, cuyos testimonios estructurales son menos
evidentes. El palatium aglutinaba, en consecuencia, todos
aquellos espacios destinados al desarrollo de la actividad
administrativa y representativa del obispo, en cuyas manos
se encontraba, además de la gestión religiosa de la diócesis, el control fiscal del territorio adscrito a la misma.
138 /
como nueva capital de la cora de Tudmir.
La ciudad de Teodomiro: de civitas a Madīna
La vida litúrgica y administrativa del obispado, reflejada arqueológica y arquitectónicamente por el complejo
episcopal, debió mantener su función original hasta principios del siglo viii, cuando se inició una desacralización
que culminó con la desaparición de la iglesia y de la domus
[page-n-8]
Ciudades del Pacto de Teodomiro (713)
Límite de la cora de Tudmir según Molina López
Límite de la cora de Tudmir según Molina López
Ciudades del Pacto de Teodomiro (713)
episcopi, ya avanzada la centuria. El contexto histórico que
Límites de la Cora de
Tudmir y de las ciudades
del Pacto de Teodomiro.
© S. Gutiérrez y V. Amorós
ce convertirse en un lugar de residencia, quizá vinculado
a los nuevos poderes. Por fin, el antiguo palacio episcopal
sufrió un expolio sistemático y su solar, desde finales del
siglo viii, fue utilizado para la edificación paulatina de un
barrio residencial y artesanal que se irá ampliando a lo largo de todo el siglo ix, hasta invadir un espacio en el que un
siglo antes se desarrolló una arquitectura de prestigio. Los
trabajos más recientes han aportado indicios epigráficos
de la existencia de al menos una mezquita en el entorno
y de potentes estructuras de época emiral y visigoda al
oeste del conjunto episcopal. La ciudad arabizó su nombre y permaneció habitada y activa, incluso después de su
pretendida «destrución» tras la fundación de Murcia, hasta
su abandono definitivo con anterioridad al Califato, dejando el vestigio deformado de su nombre árabe (Madīnat
Iyyuh>Medina Tea>Medinatea) en el cerro y la aldea de
Minateda, como testimonio de su pasado.
El Tolmo de Minateda: de Senable a Teodomiro. Sonia Gutiérrez Lloret
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provoca la transformación urbana de la civitas de Eio en la
Madīna emiral de Iyyuh viene marcado por la conquista islámica de la península ibérica en el 711, y por la posterior
firma del famoso tratado de capitulación de Teodomiro, o
«Tudmīr» en árabe, que garantiza la creación de un territorio sometido cuyos habitantes mantuvieron propiedades
y libertad de culto a cambio de unas obligaciones fiscales
durante al menos la primera mitad del siglo viii, que originó
la provincia o cora de Tudmir en el sudeste de al-Andalus.
Las huellas del proceso se leen en el propio complejo episcopal, que nunca fue transformado en mezquita.
Mientras la iglesia comienza a ser expoliada y algunas de
sus estancias son adaptadas al uso doméstico, el palacio,
repavimentado sucesivamente con suelos de arcilla, pare-
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El Tolmo de Minateda:
de Senable a Teodomiro
Sonia Gutiérrez Lloret
Universidad de Alicante
Un camino en la historia
El Tolmo de Minateda (Hellín, Albacete) es un importante yacimiento situado en el sureste de la provincia de
Albacete, en el valle de Minateda-Agramón, junto al arroyo
de Tobarra, que domina la vía natural que comunica las
tierras del interior de la Meseta con el sudeste costero de
la península ibérica. El descubrimiento casual en 1987 de
una inscripción latina del emperador Augusto (año 8/9 de
nuestra era) reactivó el interés social por un enclave olvidado y supuso el inicio de un proyecto sistemático de investigación y difusión patrimonial en el Tolmo de Minateda y su
territorio que, a lo largo de sus más de treinta años de vida,
ha implicado a diversos actores sociales con importantes
consecuencias en el tejido social de la región.
Este proyecto sistemático, dirigido por la Universidad
de Alicante en colaboración con el Museo de Albacete, ha
◁ Planta y perspectiva isométrica del grupo episcopal, con diversas
propuestas restitutivas del interior del aula basilical del palacio
episcopal. © Tolmo de Minateda, adaptado por D. Kiss
sido impulsado por la Junta de Comunidades de CastillaLa Mancha, que ha logrado entre otros hitos su declaración como Bien de Interés Cultural en 1992, la creación
de un centro de interpretación en el lugar y la apertura
del Parque Arqueológico de El Tolmo de Minateda a principios de marzo de 2019. Su lema museográfico: «Una
ciudad en el camino. Un camino en la historia», ilustra el
significado histórico de un asentamiento, condicionado
en buena medida por su posición estratégica en un importante eje de comunicación.
Este corredor secular es una calzada documentada
por diversos miliarios desde al menos la época iberorromana, que unía entonces Complutum (Alcalá de Henares)
con Carthago Nova (Cartagena). El mismo camino comunicó en época medieval Tulaytula, el nombre árabe
de la visigoda Toletum (Toledo), con la nueva ciudad de
Mursiyya (Murcia), fundada por el emir ‘Abd al-Raḥmān II
a principios del siglo ix, cuando Hispania ya era al-Andalus. Precisamente en ese mismo itinerario, descrito por
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el geógrafo almeriense al-Udrī, se menciona por vez pri-
volvió a habitarse entre los siglos xix y xx, con un conjunto
mera de forma expresa una Madinat Iyyuh, la ciudad de
de casas cueva abandonadas definitivamente con la crisis
Iyyuh, entre Cieza y Tobarra, que hoy sabemos que corres-
del esparto y la emigración rural a la periferia industrial,
ponde inequívocamente a las ruinas de nuestro Tolmo de
en un impás inversamente proporcional al interés cientí-
Minateda. Este nombre árabe perduró en la documenta-
fico que comenzaron a despertar sus ruinas.
ción bajomedieval para denominar no solo la muela de
Sin merma de los importantes resultados obtenidos
El Tolmo, sino también sus aledaños, incluidos la fuente,
en todos los registros de su diacronía, a la que se suma
el puente y la heredad de Medinatea o Medinateda, has-
el santuario neolítico de Minateda incluido en el parque
ta fijar en la toponimia la memoria de la vieja ciudad. El
arqueológico, uno de los resultados más novedosos e
lugar mantuvo su importancia vial a través de la casa de
imprevistos del proyecto ha sido, sin duda, la magnitud
postas, situada en el camino real de Murcia a Castilla, y la
y singularidad de su fase altomedieval, así como su im-
venta de Minateda, en uso hasta el replanteo de la N-301
portancia histórica. Hoy se acepta mayoritariamente su
a principios de los años ochenta del pasado siglo. Este eje
identificación con la nueva sede episcopal de Eio o Elo,
radial acogió también el ferrocarril Albacete-Cartagena
según las distintas grafías de las actas conciliares, y con
desde 1865, con un apeadero en Minateda, y la autovía
la Madīnat Iyyuh mencionada en el famoso tratado de ca-
A-30, hasta conformar la maraña de vías que se entrecru-
pitulación firmado entre Teodomiro («Theudimer», en las
zan hoy a los pies de El Tolmo, como testimonio material
fuentes latinas y «Tudmīr», en las árabes) y ‘Abd al-‘Azīz Ibn
de la importancia histórica de un camino secular.
Mūsā, hijo del conquistador Mūsā, en abril del año 713.
Una ciudad en el camino: Ilunum, Eio, Iyyuh, Minateda
la monarquía visigoda a principios del siglo vii, junto con
Su posición estratégica favoreció una larga ocupa-
Begastri (Cabezo de Roenas, Cehegín, en Murcia), para in-
ción entre la prehistoria y la época contemporánea, con
tegrar los territorios dependientes de los obispados de Ilici
soluciones de continuidad y dos momentos particular-
y Carthago Spartaria, que todavía permanecían en manos
mente significativos desde una perspectiva urbana: la
bizantinas. La segunda, Madīnat Iyyuh, jugó un importante
fase iberorromana, como un importante oppidum y muni-
papel geopolítico en la región de Tudmir, hasta al menos
cipio atestiguado por la epigrafía, identificado probable-
la fundación de la ciudad de Murcia el año 825, construida
mente con la ciudad de Ilunum, y tras un paréntesis, la
como nueva capital de la región en detrimento precisa-
fase altomedieval, cuando resurgió como centro urbano
mente de Iyyuh, que según las fuentes escritas, fue destrui-
durante la época visigoda y el temprano al-Andalus, para
da en aquel momento. Esta denominación, que no es sino
decaer con el califato Omeya de Córdoba. Frecuentado
la transcripción al árabe del nombre de Teodomiro, fue
durante la Baja Edad Media y la Edad Moderna, el cerro
primero el referente de un dominio impreciso, sometido
La primera fue una nueva sede episcopal creada por
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1. Situación de El Tolmo de Minateda; 2. Tramo meridional
de la vía Cartagena-Toledo (segons P. Sillières); 3-4. Vía
ferrea, N-301 i A-31 a su paso junto a El Tolmo
[© Tolmo de Minateda, adaptado por V. Amorós].
por capitulación acordada, y que acabó designando desde
época de ᶜAbd al-Raḥmān I una división administrativa de
al-Andalus, la cora de Tudmīr, hasta al menos la caída del
Califato (kūra en árabe, del griego chóra). El territorio que
administraba el dux Teodomiro quedó reflejado en el Pacto
por las ciudades que en él se mencionan (siete u ocho, según versiones) y de las que han sido claramente identificadas Auryūla/Orihuela, Lūrqa/Lorca, Laqant/Alicante, Ilš
/Ilici en La Alcudia de Elche, Mūla/Cerro de la Almagra en
Cehegín y Buq.sr.h/ Begastri, que definían una provincia en
el sureste de al-Andalus (las actuales provincias de Murcia,
sur de Alicante, este de Albacete y norte de Almería). Se
han propuesto otros emplazamientos para Balantala/
Baltana en áreas geopolíticamente diferenciadas, como
Villena y Valencia, sin consenso científico.
El descubrimiento de una civitas episcopal
El Alto Medievo ha revelado una importante e insospechada ocupación de época visigoda, que continuó
durante el temprano al-Andalus sin aparente solución
de continuidad. Uno de los más significativos descubrimientos de estos años ha sido, sin duda, el espectacular
complejo episcopal construido ex novo en la acrópolis
del cerro, como corresponde a una nueva sede episcopal, y la constatación arqueológica de su abandono
y transformación paulatina en un barrio doméstico de
época islámica; una secuencia diacrónica altomedieval única en su género que ha convertido El Tolmo de
Minateda en un referente internacional para el estudio
del Alto Medievo y del proceso de islamización, al permitir estudiar el cambio cultural en todas sus dimensiones
El Tolmo de Minateda: de Senable a Teodomiro. Sonia Gutiérrez Lloret
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Secuencia y fases
del complejo episcopal.
© Tolmo de Minateda,
adaptado por V. Amorós.
materiales (espacio social, arquitectura, cerámica, moneda, etc.).
No sabemos si el antiguo municipio romano de
Ilunum influyó en la elección del cerro de El Tolmo como
emplazamiento urbano por parte del Estado visigodo,
aunque lo más probable es que el factor determinante
fuese su posición. De hecho, la construcción que representa la autoridad eclesiástica del obispado de Eio no
reocupa edificios anteriores sino todo lo contrario, como
se constata en la transformación topográfica de su solar,
donde se tallarán una serie de terrazas que amortizan
cualquier vestigio precedente, para diseñar después,
sobre la roca, el proyecto edilicio ex novo que permite la
edificación desde sus cimientos del complejo episcopal.
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Los datos estratigráficos y materiales sitúan su reviviscencia en el tránsito del siglo vi al vii (c. 600 dC). Por
el momento, conocemos pocas pero muy significativas
evidencias de la magnitud de dicho proyecto urbanístico:
se reacondiciona el camino rodado rupestre de acceso a
la ciudad, a la par que se construye un baluarte defensivo
para proteger la puerta torreada, que engloba en su interior las ruinosas fortificaciones ibéricas y romanas; se
fortifica también la acrópolis; se urbaniza toda la superficie del cerro con instalaciones industriales, viviendas
y edificios públicos, y se levanta el grupo episcopal (catedral, baptisterio y palacio episcopal). En este complejo de
edificios la autoridad eclesiástica podía desarrollar todas
las funciones litúrgicas, administrativas y residenciales
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que le eran atribuidas. Por ello, la elección de su emplazamiento en el centro de la meseta superior, visible desde
cualquier punto de la ciudad y de su entorno más inmediato, evidencia la importancia simbólica y jerárquica de
estos edificios dentro de la trama urbana.
Como espacios destinados a la liturgia, el complejo
de Eio cuenta con una catedral y un baptisterio construido
a sus pies. La iglesia es una construcción basilical de tres
naves, con santuario absidial colocado de forma canónica
al este. El baptisterio es en realidad una prolongación de la
basílica —con una ligera desviación en su orientación— ya
que se distribuye también en tres naves separadas por pilares y canceles. El espacio central es el que aloja la piscina
bautismal con una planta originariamente cruciforme, que
sufrió numerosas transformaciones y una progresiva reducción de tamaño. Tanto alrededor de la iglesia como en
menor medida en su interior, han aparecido numerosas sepulturas contemporáneas a su uso litúrgico, en las que por
regla general es frecuente encontrar varias deposiciones,
que conforman un cementerio ad sanctos que complementa las necrópolis extraurbanas situadas a lo largo de la vía y
en torno a posibles edificios religiosos suburbiales, como se
sospecha en el caso del cerro frontero de El Lagarto, situado
Planta y sección de las forficaciones de El Reguerón, en la
puerta de la ciudad. © Tolmo de Minateda.
frente a El Tolmo, al otro lado del arroyo de Tobarra.
El conjunto se completa con un edificio frontero a la
separadas por una columnata central de la que sólo se
conservan las tallas circulares en la roca sobre las que irían
levantados los fustes. Aunque el edificio fue muy expoliado, se han hallado restos del derrumbe de su testero septentrional con indicios de ventanas geminadas y un piso
alto, sostenido por pilares interiores y columnas. El edificio,
separado de la iglesia por una plaza y un pórtico, ha sido
interpretado como la domus episcopi o palatium episcopal,
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iglesia, compuesto por más de una decena de espacios alineados, entre los que destaca la gran aula basilical (7,5 m
de ancho por 17,3 m de largo), con contrafuertes o pilares
interiores, perpendicular al eje litúrgico de la iglesia —es
decir, dispuesta de norte a sur— y dividida en dos naves
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Se conservan numerosos elementos decorativos procedentes de talleres regionales como capiteles, ajimeces,
columnas decoradas, canceles o algunas cruces con laurea, halladas exclusivamente en la iglesia y en el aula basilical del episcopio. También se han encontrado diversos
elementos litúrgicos metálicos, entre los que se han podido reconocer lucernarios, lámparas de tipo copto-bizantino, sistemas de suspensión y pendeloques de cruces y
coronas votivas. Del complejo monumental procede también uno de los volúmenes más significativos de moneda
visigoda no tesorizada hallada en contextos estratigráficos
(trientes de Ervigio, Egica y Witiza) y algunos productos de
importación, entre los que destacan por su cantidad las
tapaderas de UWW1 spouted jugs de posible origen oriental, que evidencian el consumo de productos de alto coste por parte de estos grupos urbanos. Es precisamente el
papel del obispo en la organización fiscal y la activa participación de las élites urbanas en la captación tributaria,
Planta y perspectiva isométrica del grupo episcopal, con diversas
propuestas restitutivas del interior del aula basilical del palacio
episcopal © Tolmo de Minateda, adaptado por D. Kiss.
en especial la figura del dux, lo que explica la importancia
de la ciudad en el contexto de la conquista islámica y su
inclusión en el territorio del Pacto de Teodomiro, como
una de las ciudades que ostentó incluso su capitalidad, o
al menos un papel central, hasta la fundación de Murcia
con ambientes de carácter público destinados a la administración y a la audiencia, y otros propios del ámbito privado del obispo, cuyos testimonios estructurales son menos
evidentes. El palatium aglutinaba, en consecuencia, todos
aquellos espacios destinados al desarrollo de la actividad
administrativa y representativa del obispo, en cuyas manos
se encontraba, además de la gestión religiosa de la diócesis, el control fiscal del territorio adscrito a la misma.
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como nueva capital de la cora de Tudmir.
La ciudad de Teodomiro: de civitas a Madīna
La vida litúrgica y administrativa del obispado, reflejada arqueológica y arquitectónicamente por el complejo
episcopal, debió mantener su función original hasta principios del siglo viii, cuando se inició una desacralización
que culminó con la desaparición de la iglesia y de la domus
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Ciudades del Pacto de Teodomiro (713)
Límite de la cora de Tudmir según Molina López
Límite de la cora de Tudmir según Molina López
Ciudades del Pacto de Teodomiro (713)
episcopi, ya avanzada la centuria. El contexto histórico que
Límites de la Cora de
Tudmir y de las ciudades
del Pacto de Teodomiro.
© S. Gutiérrez y V. Amorós
ce convertirse en un lugar de residencia, quizá vinculado
a los nuevos poderes. Por fin, el antiguo palacio episcopal
sufrió un expolio sistemático y su solar, desde finales del
siglo viii, fue utilizado para la edificación paulatina de un
barrio residencial y artesanal que se irá ampliando a lo largo de todo el siglo ix, hasta invadir un espacio en el que un
siglo antes se desarrolló una arquitectura de prestigio. Los
trabajos más recientes han aportado indicios epigráficos
de la existencia de al menos una mezquita en el entorno
y de potentes estructuras de época emiral y visigoda al
oeste del conjunto episcopal. La ciudad arabizó su nombre y permaneció habitada y activa, incluso después de su
pretendida «destrución» tras la fundación de Murcia, hasta
su abandono definitivo con anterioridad al Califato, dejando el vestigio deformado de su nombre árabe (Madīnat
Iyyuh>Medina Tea>Medinatea) en el cerro y la aldea de
Minateda, como testimonio de su pasado.
El Tolmo de Minateda: de Senable a Teodomiro. Sonia Gutiérrez Lloret
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provoca la transformación urbana de la civitas de Eio en la
Madīna emiral de Iyyuh viene marcado por la conquista islámica de la península ibérica en el 711, y por la posterior
firma del famoso tratado de capitulación de Teodomiro, o
«Tudmīr» en árabe, que garantiza la creación de un territorio sometido cuyos habitantes mantuvieron propiedades
y libertad de culto a cambio de unas obligaciones fiscales
durante al menos la primera mitad del siglo viii, que originó
la provincia o cora de Tudmir en el sudeste de al-Andalus.
Las huellas del proceso se leen en el propio complejo episcopal, que nunca fue transformado en mezquita.
Mientras la iglesia comienza a ser expoliada y algunas de
sus estancias son adaptadas al uso doméstico, el palacio,
repavimentado sucesivamente con suelos de arcilla, pare-
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