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ISSN 1989-508
D. FLETCHER VALLS
Trabljos del Servido de Invutlgatlón PrrhlSlórltl
La
Con~trucción
I"\e.galltica
De. I"\onforte. de.l Cid
1
ANTECEDENTES
En el año de 19.15. D. Eulogio Espl:í, estudiante de Filosofía y
I.etras de la Univcrsid;ld de Valencia . comunic:lha al Servicio de
Investigación Prehistórica la exislenei" de lIna construcción de mareadú carácter prehistórico, según podía apreciarse por las fotogra rías que del halbzgo exhibió .
Ante el posible gran inTerés de este descubrimiento, el ScrviC'io
procedió a efectuar el debido reconocimiento y Icv:mlamicllto de
planos. designando para ello al que suscribe y ti D. Fr;lncisco Jo rd á
Ccrdá, a quien dehemos los primeros planos que en es ta noticia se
insertan.
Hecho el estudio de lo que podí:1 verse,:1 simple vist:l, de la
construcción y aunque la Dirección del Servicio lo juzgó de gran
interés. por est:lT en march:l otras excavaciones. no hubo posibili .
dad de acometer cnlonces los trabajo s de excavaci6n, que ~c inicia·
ron en 1941. realizándose un:l primera campaña que no fué suficien·
te para dejar al descubierto totalmente la constru cción, lo Que espe·
ramos se logre en una nueva visita al yacimiento .
Sin embargo, creemos co nveniente dar notici, de los resultados
(·btenidos en nueslr:l excavació n de 1941 , acompañ,'Índola de los pla.
nos y fotografías m¡ís adecuados R nucstra descripción. (1).
(1 ) Noticia de los prlru~OII trabajos ya la dJ6 sumar1a.menle el Director del
Servicio, D. Is.Idro Balleat.er. en el diario d.& Provlnc1an de 14 Diciembre de 1941.
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165-
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2
O. FLETCH'foR VALtS
Desde estas páginas Queremos destacar la co rdial acogida y {ad.
'¡dad es que se nos dispensaron en Monforte del Cid. y la valiosa
ayuda encontrada en su Alcalde, O. PlIscual Belda Miran.bell. (1).
....
tt'll'l.ltXMllllto
t "II~T~""IOII
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•
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Ekht
flgur. l. __\lonlofle del Cid.-Ctoquil dtl emr1... mienIO de l. con.trutciÓ n
(1)
En nuestros trabajOS de excavación tuvimos la eficaz colaboración del
Cftpataz.reoonstructor del S. L P., D. 8aJ.vador Espl.
-
166 -
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LA (:QNSTRU(:CION .'o\EG... I.ITIC A
3
n
EMPLAZAMIENTO DE LA CONSTRUCCION
\
Se encuentra en la margen izquierda del río Vinalopó (fig. l.a),
en la partida denominada «El Secano)), término del Molino de BIasca, siendo su dueño D . .losé Salas Carrasco (quien tuvo la gentileza
de autorizar los trabajos de cxc;:¡vación que llevamos a cabo), díat:mdo unos 300 metros de la carretera de Aspc a Monforle del Cid.
scp:míndo la de cste último UtlOS 1.500 metros.
La distancia al actual cauce del Vinalop6, ha\' seco, es de unos
ocho y medio metros, llegándose al río por un:l pequeñ3 pendiente
que alcanza metro y medio de desnivel.
Las tierras de aluvión, que en la actualidad forman la margen
izquierda del río, cubrían completamente 1:1 construcción, pl'diendo
hacerse el descubrimiento gracias 3 un corrimiento de tierras que
originó un pequeño túnel y profunda grieta, a través de los cuales
veíanse unos sustent:ículos y arquitrabes (6gs, 2, 3,4 y lám, J, 1 y 2).
Al visitar nuevamente e( yacimiento en el verano de ]911. para
proceder a su excavación, estaba cambiada la fisonomía del lugar,
pues hahía desaparccido ci túnel)' existía una zanja de exploración
hecha, por mano desconocida, en la p:1rtc alla del yacimiento, aun que la construcción no había sufrido en su estructura (fi~, S. H; I:ímina 11, 1 y 2 y Hm. IIl, }).
Nuevos agrietamientos se habían producido en e l e.'(tcoso hanco
de tierras de acarreo, afect:mdo los dL'sprenclimientos a In parle
izquierda exterior del edificio, dando la sensación, el gran número
oe ¡:!ra nd es hloques C,lídos, que, a conti nuación de este edículo, h:lhí:t 01r:1~ construcciones, lo que desgraci:ldarncnte vemos muy difícil pueda comprobarse dados los destrozos que los cuarteamienlos
h:1O producido,
Tanto en la p:lrte alla de l
:1
comprobamos tillOS atisbos de alineamientos de piedras hincada s.
pero no puede rastre:1rsc una gr:ln extensión de los mismos por los
hundimienlos y rcsquebraj:lduras (fig. 5. b-c y c-g y 1:101. VII, 3), lo
que impide datadas con probabilidades de certeza.
-
167
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D. f"LETCHCR VALLS
í
Fie.
2 . _ Monforte det Cid.- Aspecto del monumento en 1035
ICroquis Jord'l
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168-
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L\
5
III
LA CONSTRUCCION
La actual parte frontera está formada por dos grandes arquitrabes: el de la derecha de 1,81 metros de longit ud, 0,30 de altura y
0,45 de espesor, y el de 1;1 izquierda J.40)( 0,30)( 0,45, efecl\1ándose la
sustentación por tres apoyos, Que se resuelve cada uno de ellos de
manera distinta . El de la derecha es una gra n losa de 0,95 de altura,
0,60 de anchura y 0,20 de espesor, llevando en su cara rccayentc al
interior de la construcción, un fuerte ftraba do; esta losa realiza el
doble papel de sustentáculo y de muro exterior del edificio, por lo
menos en lo Que conocemos en el momento presente. Como su altura no era lo suficiente para alcanzar ¡as medidas presupuestadas al
iniciarse la construcción, se ganó altura apoyándola sobre una peQueña cimentación de piedras. lo que (ué motivo de la fuerte inclinaciÓn de la losa a causa de los acarreos y presión de la ingente masa
de piedra y tierra que tiene que sustentar (figs. 3 B; 4 y 10 y lámina IV, 1).
E l apoyo central de la fachada está concebido en plan de verdadera columna, formada por un fuste de 0,90 de allura. 0,34 Je espesor y 0.30 de anchura en la base y 0,65 en la parte alta (6gs. 3, A;
4; 8, A; 10; Inm. 1,2 ; lám. TI, 2; l;ím. IV, 1). Aquí la falta de al·
tura se resuelve con un verdadero capitel. trabajado exprofeso. aunque rudimentariamente, p!ira cumplir su cometido. Sus medidas
son: 0.20 de altura, 0.30 de anchura y 0.45 de profundidad. Los dos
ángulos fronteros del capitel están redondeados (figs. 3; 4; 8. T;
lám. 1, 2; lám . n, 2; 10m. I1I, 2, y I!m. IV, 1) .
Estos dos apoyos eran visibles antes de iniciarse las excavacio·
nes; no así el tercer suslentáculo que sólo quedó al descubierto después de varios días de penosa excavación, a causa de la extraordinaria dureza)' espesor de la tierra que lo ocultaba. La solución dada 3
esta pilastra es comp let amente distinta a las dos anteriores. pues la
co lumna se forma por grandes bloques, hasta alcanzar la altura deseada. La medida de los distintos tambores es la siguiente (véase
figuras 6; 7; JO; lám. In. 2, y lám. IV, 1) :
z............
W ..........
LL .........
Longitud, 0,53; altura, 0,11
...........
»
»
»
K ...........
»
~
0,37;
0,50;
0,50;
0,37;
- 169-
»
»
»
»
0,15
0,34
0,2.1
0,20
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D. FLETOHER VALLS
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7
LA CONSTRUOCION ,\WGAL.ITICA
dando la suma dc las diferentes alturas un total de 1,00 metros, sin
diferencia apreciable con la colum na central (0,90 altu ra fuste, más
0,20 altura capitel; total, 1.10 met ros), cstando, sin embargo, más
alto el arquitrabe por la p:l rte izquierda Que por la centra l a causa
de que la columna mediera está más hincada en el suelo Que las laterales.
Estando si mplemcn te ~uperpuestos los bloques de la columna
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del Cid.- Plant. de l. cOnsTrucción .nTU de lu e;llc,,'.clonea y detalle
de 101 ItIlsrenrirulOO5 A y '8
(P1.no JardJ.)
izquierda, sin otra trabaz6n (Iue su propio peso, han perdido la ali.
neación y actualmente forma n UD falso escalonam iento, cosa que ya
se preveyó al constru irla, pues por la pa rte interna se le puso un
fuerte refuerzo . consistente en una gran piedra, groseramente des·
bast.d. (fig. 7, R) .
Todavía má s hacia la izquierda de esta última column a, siguen
los hloques y cantos rodados, como si existiera un muro que conti.
nuara la fachad:t descubiert:t; pero, como hemos indicado más arr i ~
ba, las profu ndas desgarraduras del terreno harán sumamente difícil
dictaminar co n certeza sobre el particular.
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D. fLt:TCHEIH VALLS
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! \ CONSTRlU! ON ,\\.€G...!cl.:T¡CA
9
Sobre los dos arqui tr:lbes todavía pueden verse cantos rodados y
bloq ues, algunos de gran tamaño (figs. 3; 6; 10; lám . IV, 2). (así
el designado con la letra Y mide 0,68 de lo ngi tud, 0,28 de allura y el
designado con la letra X, 0,44 x 0,23), último resto de la fachada, de
la Que se conserva, sin contar el arquitrabe, más de un metro de altura en algunos puntos.
En el interior del edificio se encuentran también en abunda ncia
bloques y cantos rodados de gran tamaño, si n duda alguna correspondientes a la hundida cubierta .
La planta de las constr ucci6n es aproximadamente cuadrada, estando dividida en dos cáma ras por un muro central perpendicular a
la fachada (l1gs. 9; 12. lám. VI, 2 y 3). Estc muro divisor está constituído por la co lum na cent ral A, y en línea recIa con cita tres grandes losas y tln gran bloque de for ma redondeada (figs. 8,9).
Las losas miden:
A' ...........
A ....... .....
A' ...........
AIt ., 1,00; anch ., 0,60; espesor. O,JO
0,60;
»
0,32
» ] ,00;
»
» 1,00;
»
0,75;
0,35
»
Oc estas tres losas, dos ll evan inscult ura s, A" por una parte y
A'" por ambas, debiendo sCll:llarse que es precisamente hacia el intcrior de la cámara 1.&donde mira n los grabados dc la9 losas B,
AH y A .. •.
Sob rc la pared divisoria descans:m de Irav~s otros grandes bloQUes Que serían el inicio de un muro, que tal vez ll ega ra hasta la techumb re de la construcción , dividiéndola en dos departamentos
completamente aislados (figs . 8; 9; 12; y lám. VI, 3).
El muro lateral de la derecha se proyecta (por lo menos en lo que
co nocemos de eSf~1 primera campaña de excavacio ncs) en linea recta
desde la losa B, mient ra s que el muro latera l izquierdo arranca un
poco m:ís afuera de la pilastra de su parte, resolviéndose así la asimetría que se hubiera producido al hacerl o nacer a conti nuación del
sustentáculo, ya que el arquitrabe E es más corto Que el S. Con ello
se ha co nseguido dar idéntica área a ambas cámaras (fig.9), lascuales
cierra n al fo ndo por un muro paralelo a la fach:lda, teniendo una
repisa o banco la pllrte correspond ien te a la cá mara 2.& y un nicho o
ventana el muro de la cá mara 1.-, tan a ras del actual suelo Que se ha
perdido el 3rqui lraoc. La :i1tura a que está esta abertura referida al
piso de la cons trucción es la de 0,85 metros, estando distanciada del
mu ro divisorio unos 0.25 metros (figs. 9; 11 ; 12; llÍ m. IV , 1, y lá*
mina VII, 3).
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10
O. Fl.ETCHSR VAt..l.S
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2
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FiK . 6._ Monlorlc del CIII .- Pane iz,¡¡ulerd. dt la tOlOf;lru«lón dllran l.. lal
1, Aludo. 2,
PI.,,,.
fY~ludon ...
IPhno FlelMu)
-
174-
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LA CONSTRUCCIÓS .\olECAllITICA
11
Tanto este muro dcl fondo como los latera les tienen idéntica técnica constructiva Que lo quc se conse rva sob re el arQuitrabado, alternando grandes losas con enormes cantal> rodados y a veces bloques
de gran tamaño, como el colocado debajo del nicho o ventana de la
cámara 1. ...
Seguidamente damos algunas de las medidas más importantes
del edículo, habiendo dado con anterioridad otras correspondientes
a partes de la construcción:
1.0
2
3.'
4.'
G
5.°
6.0
7.°
8.°
9.°
10 o
11 .0
12. 0
Longitud de In fachada puesta al descubicÍ'to. 4,00 mts.
Altura dc 1;1 fachada hasta el arC¡u itrabc ..... 1,10 )¡
Ahura total, actual. ................. .
2,00 )lo aprox.
Amplitud de la cmrada a la c.ímara 1.. 1,27 parte alta y
l,lO parte baja
Amplitud de la entrada a la cáma ra 2.· 1,16 p¡.rte a lta y
1,25 parte baja
Anchura de la dmar:! 2."' (1) ........ .. 1'55 en su primer tcrcio
1,70 en la partc media y
1.50 al fondo
Profu ndida d dc la cámara 2,- (desde la entrada a
pared fronte ra) ........................ ..... .
2,65 mU.
Altura de los muros laterales en su estado actual. .. . 1,25 )lo
Altura del muro centra l en su estado actua l.. . ..... . 1,25 »
Muro divisorio: largo, 2,55 sin contar columna A;
iocluyéndola son 3'20 mts. ; espesor, 0,37.
Altura del nicho en su estado actual. ...... .... .
0,70 mts.
Anchura del nicho .. . ..... ... ...... .. . .. . .. . .. .
0,45 )lo
IV
LAS TRES LOSAS GRABADA.S
Ya hcmos indicado con anterioridad sus medidas, su e mpl azamiento y la función que realizan arquitect6nicamcnte. Ahora hacemos una breve descripci6n de los mot ivos grabados.
LOSA B.-En la cara recayente a la cámara L· , lleva insculpida
una figura elipsoidal dividida en dos zo nas por una línea vertical que
arranca ndo de la parte ba ja de la el ipse llega hasta el mismo borde
superi or de la losa; en la parte media de este eje y aproxi madamen(1) I.as medldnl; de la cámo.ra 1."' nQ se 1nsert.an por eat.a.r en curso de excavación. Su distancia. de la pUerh1- al muro frontero es igUal a la. de la cámara. 2.-
-175 -
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12
D. FLETOKER VAI..LS
te en el centro de la losa, ha)' una pequeña con~a\'idad de la que
a rran ca una línea Que forma ángulo con la \/crtical ll cgando muy desvaída a la línea ci rcundante, la cua l en su parle inferior está nuevamente dividida por una línea horizontal que 10C:1 la elipse por dos
pumos, quedando con el lo dicha elipse formando cuatro cuarteles,
dos grandes y dos pequeños. El grabado es profundo y s61 se hace
0
so mero en el brazo lateral Que subdivide uno de los cuarte les gran·
des e n dos partes (lig. 13 y lám. V),
2
FIg. 7. - ,'I\o<>Iorle de! Cid.----f'Ir!e llquiudl de la co~,,,uc.'¡lin durlnle
1. VI,," de 'rrnr", COn la columna Irquierdt completlmente .1
2 Drlllle de l. ,,"cnk. co","trllC'li •• de didl, enturnnl
nu.
-
176 -
'al
."c.vacio-
dr.cubier'o. -
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LA CONST.RUCCIOo'l .'n.EGALITICA
IS
LOSA A".-E I grabado también tiene forma elíptica, con el eje
vertical que, arrancando de 13 periferia del óvalo, llega al borde infe·
rior de la losa . En la parte media de 1:1 línea central se originan dos
surcos, simétricos, Que por ambos lados llegan a la línea exterior, y
un tercer surco, muy tenue (tanto que la fotografía no lo acusa,
aunque en el dibujo se ha exagerado para testimoniar su existencia),
!lIK. 8._\o\ ,,~rorre del Cld.- tHulle del mu ro medl.nero por '" parle teuyente 1 la
dll\l.rI 1 (durante la nClvld6n)
(PIlilO I'letcber)
Que, partiendo igualmente de la zona central , ll ega a la elipse; simétrico a este surca h:¡y otro, fuertemente inciso que desde la línca
circundante se dirige a la zona de dispersión, a J:.¡ que no llega por
tcrmin3r en un ens:mchamicnlo irregular. Hemos de hacer nOI:1r Que
el punto cenlral o punlO de irradiación de líncas es la parle m:is
có nc3va de la losa, lo que (lesCarla la posibilidad de que su eje verti~
cal, Que llega en ancha ac;¡nal:u!ura hasla el borde, fuera un desagüe
(figs. 8; 13, y 13m. VI, 2 y 3).
LOSA A'" .-Po r [a parle co rrespondiente a la dOlara 1 ., presen-
177 -
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•
o.
FlETOHER VAW
: ~a
- -
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~P!lno Flet~htr)
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178-
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L.A CONSTRUCC101
l.
ta un grabado en formn de D invertida, y por la parte reeayente a In
cámara 2.& una profunda concavidad que no llega a atravesar la losa;
ésta tiene dos muescas, una en el borde superior pasándolo de p:1fte
a parte, y o tra en el borde inferior que no transciende a la otra cara.
La hendidura superior estaba t:lponada por una piedra encajada
(figs. 8; 13; 15m. VI, 2 y 3).
V
HALLAZGOS
Ninguno de los escasísimos y misérrimos hallazgos tienen valor
suficiente para ambientar el edículo, puesto que no se h:m efectuado
en estratO arqueoló,gico. sino a diversas alturas en la espesa malta
do tierra que cubría la construcción en el interior y exterior de la
misma.
Todos los campos cercanos, m~s altos, ahundan en cerámica ibériC:l fragmentadísima, mezclada :1 otros restos cerámicos campanienses y csigillata», encontrándose en la misma espesa capa de tierra de
aluvión que cubría la parte izquierda de la fachada, fragmentos de
cerámi ca ibérica a distintas alturas. clara muestra de que han sido
acarreados por las avenidas. Algunos fragmentos llegan casi hasta
el nivel del suelo primitivo de 1:1 construcción. Dentro de ésta. a la
profundidad de 1,85 metros a contllf de la superfi..:ie actual. apareció
un pequeño sil ex (fig. 15. 3). En 1:1 ClÍmara 2."', hacia su parte media
y cerca del muro divisorio, a un metro de profundidad, se encontró
parte de un recipi ente. en piedra, cuya concavidad es rectangular y
exteri ormente sus ángulos son romos (lig . 15.2). En la misma cámara 2.... y en el nivel correspondiente al piso de ella, en un pequeño entrante formado por las losas A" y A''', salió una contera de
ánfora romana (fig. 14). siendo de la misma dOla ra un hloQUC de
piedra en forma de cono truncado, cóncavo en su parte :;entra semejando un quicio (altura. 0,17; diámetro máximo. 0,30; diámetro
de la concavidad, 0,05, y profundidad de la misma, 0,09) (fig. 15,1).
¡¡ en las dos cámaras ya distinta altura, como ya hemos señalado, al
igual que fuera de ellas. fragmentos de cerámicas ibérica, campaniense, «SigiJ1ata .... entremezclnda y probando Que se deben a acarreos
posteriores a la construcción.
Todo ello es bien poco para poderlo relacionar directamente con
la edificaci6n.
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L,\ CONSTRUCCrON ME..GALlTlC A
17
VI
CONSIDIRACJONES FINALES
Aunque lo reseñado corresponde solamente a una primera cam~
p.. ña de excavación que no ha permitido conocer la construcción por
sus partes externas laterales y posterior, ni las inmediaciones, impi.
diendo con ello decir la última palabra sobre este hallazgo. sin em~
bargo nuestras observaciones directas durante los trabajos. así como
el estudio del monumento y su cotejo con otras const ruccion es pre~
históricas. nos sugieren unos cuantos puntos de vista que transcri~
bimos seguidamente:
1) A11tigüedad de la constmcci6n.-E I actua l cauce del río Be
halla a más de 6 metros de la fachada del edículo y a más de 1.50 por
debajo del piso de éste; es un cauce ancho. seco, pues muy esporá~
dicamente lleva agua y 8US avenidas se producen con intervalos de
muchísimos años y nunca, según la encuesta efectuada entre los campesinos de los alrededores, se conoce que haya llegado el nivel del
agua ni siquiera a los pies de la zona del megalito. La const rucción
estaba tota lmente cubierta por un banco de tierras, o sea que estaba
metida en una capa de más de 2,50 metros de altura por más de 7.00
metros desde el muro trasero hasta la margen :rctual del río (lámina
VII,!), siguiendo todavía dicho banco tanto en longitud como en la~
litud muchos metros más. Hace algunos años la medida que hemos
indicado de 7,00 era mucho mayor, pues según los conocedores del
terreno, las tierras van desmoronándose len tamcme, habiendo sido
en uno de estos derrumbamientos cuando se puso de manifiesto la
existencia del megalito, que hasta entonces era desconocido por es·
tar completamente cubierto por las tierras, cuya ingente masa se ha
ido posando sobre el edificio por arras tres, como lo comprueban los
fragmentos cerámicos hallados a diversas alturas, tanto dentro como
fuera de la edificación. Por tanto, teniendo en cuenta la molla que
la cubría y la escasez de agua en el río Vinalopó. hay que considerar
que la edificación se elevó en época en que por dicho río discurría
un enorme caudal de agua, suficiente para producir esos acarreos, o
Que la capa de tierras se ha formado a causa de las avenidas, en cuyo
caso habría que considerar un gran lapso de tiempo capaz de formar
la bancada.
Podría pensarse en una construcción excavada en la mo le de arci.
lIa, pero esta posibilidad queda completamente exclu ída porque las
tierras sacadas del interior de las dos cámaras son idénticas en com·
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D. FL.ETOHER VALJ..S
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LA CONSTRUOC10N .\W.GA1. 1T1CA
19
posición y dureza a las que circundan la construcción, y tanto en el
interior como en el exterior del edificio, como hemos señalado anles , los fragmentos de cerámica aparecen :1 divers:.ts :.tlturas. Si la
construcción no fuera prcibérica, no Sl\bríamos cómo explicarno~ la
existencia de restos campanicnses, ibéricos y romanos en la posición
que señalamos, ya que en la cimeqtación, y por debajo del piso del
edículo no aparece ni un solo fragmento de estas cer:ímicas.
Finalmente, en la encuesta llevada a cabo nadie tenía idea de 1:.
e.,,
nada semejante a la nuestra en todos los alrededores, cosa que tratamos de comprobar efectuando prospecciones en Iali márgenes del
río, no habiendo localizado indicio alguno de edificación parecida
a la que estudiamos. Sólo en este banco de tierras es donde pa rece
hubo un grupo de construcciones de las que casi con toda seguridad
se ha salvarlo ésta solamente, pues los derrumbamientos y cuarteamientas del rerreno han debido causar muchos destrozos.
Por todo lo manifestado creemos que la aonsrrucción debe considerarse como cosa preibérica, en principio, y s610 al terminar los
trabajos necesarios para su completo estudio podrán reunirse todos
los elementos necc~arios para la determinación sin duda alguna.
2) Los grabados.-Oportunamente hemos reseñado ];¡s medidas
de las losas y descrito SlIS grabados, señal:lndo aquí algunos paralelismos con otras insculpturas, aunque no olvidamos su semeJanza con
escurrideras. Guardan un cierto parentesco con las alicantinas las
[iguras grabadas del dolmen del «Barranc de Espolia» (Tarragona),
las representaciones de 1 «Conca del Brugentll, las de «Curral das
..
Letras» en Cacha o de Rapa (1); las de t!:Peña del PolvorínD y «Cañada de la SolanaD (2); algunos grabados bale:'iricos, así los de S'Homonet (3), y otras estilizaciones andaluzas que recuerdan las del
monumento alicantino. También algunas muescas que aparecen 60bre losas de los dolmenes de Morbihan, tal vez habría QUC relacionarlas con las mucscas señaladas en la losa A'" de nuestro monumento (4) (fig. 13,3).
(1)
BREUIL.-cPe1lltures squematlques...• , vol. IV, 42. 43, 45 Y 57.
(2) MERGELINA.-cLa necróPolis t&rtesia de Antequeru, Soc. Esp. de Antrop., Etn. y Preh .• a l. t. o l. pág. 37. figs. 17 Y 19.
(3)
ALCOVER.-cEl Hombre Primitivo en Mallorca.t, lAm8. IV Y VI.
(4) SAINT-JUST PEQUART y Z. LE ROUZIO.-«Corpus de sIgnes gra.VC8
des monument.s megalllhlques du MorbihanD.-Pnris 1927, lAms. 30. 45 Y 88.La.s muescas que se ven en las lAma 88, 99, 101. 102 Y 103, corresponden a un
retoque
fotográfico
y no a la roolldad.
183 -
[page-n-184]
D. FLETCHF..R VAu.s
20
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184 -
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[page-n-185]
LA CONSTRUOCION MoEGALITJCA
21
3) TéCtlica CO'lstrllctiva y paralelismos.-En nucstra primera vi·
sita recogimos la impres ión de que se tralaba de una construcci6n
megalítica de tipo baleárico, expresándolo así en cierta ocasi6n (1 )
Ahor:J, termi nrlda la primera campaña de excavaciones, su plan ta
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13.- .\ion/orle dd Cid.· Lu losAS ¡ubldu._L Los. 8 -2. Losl ,,"-3. LOtI. "".
(~g"'n
(1)
Jord' y
F'LETCHER reoenslón de Berthelot. en ATLANTIS. XVI,
-
J85-
FIeI~herJ
pag.
216.
[page-n-186]
22
D. FLETOHEM \lALLS
podría recordarnos la de algunos enterramientos ibéricos, como por
ejemplo el de cEls Espletcru (Salsadclb), también en la comarca
levantina (fig. 16,1) (1); sin embargo, su técnica constructiva aleja
nuestro monumento del castellonense, mientras muestra algunas se·
mejanzas extraordinarias con las construcciones baleáricas.
Fle.
14.-.MonIOCIC del Cid._ P1.n!. de la conJlJ'utt!ón en el cur.o de l. primer. ump.1I1
de
cxc.v.clon~
.
(Croqul. P1clcher)
Así, el nicho o ventana de [a c:ím:lf:l J.- es semcj,mte al de Beni.
maymul (Alayar) (2); columnas con rudimentario capitel se encuentran en la cueva primera artificial Ildels Antigar&» (Salines de
S:mtanyi) (fig. 16.2) (3) (haciendo este cotejo sólo por la técnica ne
(l) COLOMINAS ROCA.--cEls enterramenta lbértcs deis Espleters (6alsadella)I, en Anuart Instltut Eatudis catall1na VI, pág. 616.
(21 J . MARTINEZ SANTA OLALLA.---CElement.oa pera un estudio tIe la.cultura de 10\!l talayota en Menorcal. M'l Soc. Esp. de Antrop., Etn. Y Preh. XIV. pág. 5.
(3) COLOMINAS ROCA.--cL'Edat del Bronze en Mallorca.. Lea ln.estlgacióna
de l'InstltUt (1916·20)_. en Anua.t1 Instttut Estudls C8talán8 VI, pág. 155.
-
186-
[page-n-187]
LA CONSTRUCC10N ME(;AllTJCA
23
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•
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•
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187 -
[page-n-188]
o.
fLETOIi6R VALlS
las columnas, pues ya hemos expuesto nuestro criterio de Que lo ali.
cantino no cs una cueva artificial). Columnas con capiteles y gran
arquitrabe podemos señalarlas en Son ~aura Nou (Ciudadela), cuyos
capiteles tienen los ángulos redondeados, llamando la atenci6n la
extraordinaria semejanza que guarda el conjunto con la construcci6n
alicantina (lám. VIII, 1). siendo todavía más singular la estrecha
a6nidad con una parle de .:Torre d'en Gaumés» (A layad, cuyo
aspecto general es idéntico al de Monforle del Cid, no sólo porque
uno de los substentáculos sea una gran losa, sino también porque
una co lumna hecha de tambores rudimentariamente desbastadoli,
lleva un refuerzo igual a la columna izquierda de nuestro monumento (Iim. VlII, 2).
La identidad en la técnica construct iva de las edificaciones baleá ri cas y alicantinas es tal, que incita a postularles un mismo origen.
¿Es ello posible? Hemos dicho que el monumento alicantino se
encuentra en la margen izquierda del río V;inalopó. En las noticias
que los autores clásicos nos dan de la costa levantina, se nos dice
Que e ntre el Theodorus y el Sicanus lie encuent ran los GYMNETES,
Que tendrían su centro en la cuenca del río ALEBUS, identificado
con el VINALOPO (1), y frente a cstos gymnetes peninsulares t.e
encuentra en las Baleares otro núcleo de población con el mismo
nombre. Esta continuidad de población debe. remontarse;.. época
muy primitiva , según Berlhclot (2), y aunque el nombre de los peninsulares y baleáricos no fuera precisamente la palabra griega co n la
que los textos los mencionan, no hay duda que ambos grupos lleva rían un nombre común, semejante, tal vez., al que los griegos les
aplicaron por similitud; en último ex tremo, si st:: les desll;::nó con
ulla palabra griega por una característica determinada, es porque los
demás pueblos costeros limítrofes no tendrían esta ca racterística, lo
cual indicaría, igualmente, una diferenciación de los gym neles continentales e insulares con respecto a los demás pueblos y una identidad en tre sí. El parentesco étnico debe, pues, :Idmitirse como hace
Martín Almagro (3), para quien la cultu ra de El-Algar se extiende
por el Mediterráneo, y a gentes de esta cultura se debe el establecí-
OOMEZ SERRANO, N.-cArse·5agunl.unJ, en 8a.itnbi 12', pag, 119, klenti·
baJa. del valle del Ebo, en 1.18 cerca.nlas de Denta. Ebus seria. la ra.1z de Ebusus que en el periplo se llama Oymnesta,
como la zona. pcn1ru¡ular costera. doode está el Ebo.
m
ftc& el Alebus con el. Gi.ron& o Alvercher que
(2)
BERTHELQT.-cF'e6tus Avlenus, Ora MarltlllllU, Pa.r:ls 1934.
{3l
ALMAGRO,
M- dntrodueclón a.
la ArqucologiaJ . BaroClona, 1941, pi.
gina 361 Y ss.
-188 -
[page-n-189]
LA CONSTRUCCION M.EG.r\UTICA
miento de la primera colonización de las Baleares, Que parece no
tuvieron poblac.i6n humana en época anterior. También había señalado anteriormente Marlíncz Santa Olall:t para el comienzo de lae
influencias de la cos ta peninsular sobre las Baleares, la éPO\..ll argá-
I
:1 ..,. ...
2
l'i g. Hl.- L. Pl.nto 1 ,Illdo del .opukro del, Es plclen (Salndtlla). (&cun Colomina).
2. Perlpet l;VI de 1, primera cuua dds
Anll~of'Ol
(Les Sallou). (Sef:lln Colominas)
rica (1), coincidiendo amhos alltores en que dicha inftuc ncia no sólo
se ejercc sobre nues tra s islas, sino t3mbién sobre Cerdeña, de donde
pas:lrian después técnicas cons lrtlclivas a /3 Bale3res, originándose
ento nces los talayots. na vet:ls y tallJes, según Martínez Sanla Ol:1lb
3 partir de 1.200 3 . J. C., y según Almagro un poco después del
año 1.()tX). haciendo perdurar esta cullura uno y otro autor basta fechal muy recientes.
(l)
MARTINEZ SANTA OLALLA.- Loc. CIL.
-
189 -
[page-n-190]
26
D. FLETCHER VALI..S
Ame estas relaciones entre la Península y las Baleares, m:mteni·
das aun dentro de la cultura de los talayots, como hace observar Al·
magro para los utensilios y armas de bronce, cabe preguntarnos ¡¡i
la cultura megalítica baleárica fué inlluída por :a sarda y los nuraghes y taJayats provienen de focos culturales mediterráneos, según
lo admitido tradicionalmente. y por tanto nuestro monunH:nto de
Monforte del Cid es una proyección de la cultura de los talayats a
la coua peninsular, avalándolo la identidad de nombres étnicos, o si
pOr el contrario, debemos tencr presente nuestra magnífica tradición
megalítica de Andalucía y S. E. (la región tartcssicn de J08 autores
clásicos), así como igualmente la tradición literarin Que nos relata la
colonización de Cerdeña por gentes tartessicas, hecho Que, coinci.
diendo con las opiniones ya expucstas, se 8itúa en el segundo milenio 3. J. C., por García Bellido (1), autor Que insinúa la posibilidad
de una expansión, desde la Península :1 las islas, de las grandes construcciones megalíticas, cuando nos dice: «... Iodo se conjura para
dar posibilidad a una deducción lógica dentro del eSlado actual de
nuestros conocimientos ... y es Que la cullura nurághica Que Horece
sin antecedentes ni estados embrionarios en Cerdeña en la Edad del
Bronce, pudo ser importada por aquella invasi6n de gentes iberas
que procedentes de Andalucía (región de Tartessos) y mandada por
un «clUb llamado Norax, arribaron a Cerdeña en una fecha de cierto
metida también en la Edad del Bronce».
Afirmará el hallazgo de Monforle del Cid eSI:! deducción de García y Bellido o solamente habremos de ver en la construcción alicantina el reflejo de un fenómeno cultural propio de la cuenca del
Meditcrr:íneo, Que tiene sus manifestaciones conocidas en el N. de
Arrica, Malta, Cerdcfia, Baleares, elC., y ahora en la propia Península Ibérica?
De momento, y aunQlI~ no consideramos imposible la PI imera
hipótesis, creemos Que se carece de datos suficientes para desechar
la segunda probabilidad aceptada generalmente, por lo que s610
esperamos el fin de las excavaciones en Monforte del Cid y el estudio de nuevos hallazgos de esta índole en la Penfnsub. par:l poder
lIeg:lr :t una conclusión definitivio.
(l) GARCIA y BELLIDO, A.--«Los lbeTo& en Cetderia. seg(m loa textos clA.eJC06 y la arqueologlat, en Emerl.ta In, 2. 0 , 1935, pig. 225
-
t90-
[page-n-191]
FLF.TCHER ~ .Con strucción Megalítica.
LAMI NA l ·
J.- .Il unlorre del Cid. T únel en l. c'p' L'e ri~rrl '1"t ,' "bri. r.
~olll!r",,~dón. Al londo lt co lumn.
2.
.\l on lorre del Cid. - ner~JIc: de l. ool"n,o. tenlf.l. ton ."
c. pi rel ~ If'l"irrabu. A/lo 1933
(1'010 E.pIU
[page-n-192]
f LETCHER - . Construcción Meg alíti ca.
LÁM INA 11.
1._.'!Ionforle del Ci del Vinalop6._ EI n¡n~1 ha d~Slrlrecido por
hundimiento. A~o HHI
(1'010 f'lerchcrl
2.- Monforre del Cid.-lk.aJle de ra colum·
111 centr.l, capitel y nqui lr.~s. A/lo 1941
(FilIO f'lclcht r)
[page-n-193]
FLETCHER - «Construcción Megalítica.
LÁMINA 111.
1._,\\onfOl.e del Cid.---P~r5~c.h·. de 11 pueril de l. dm ..a 1,
I! iniciarse las uc.,·.cion"ll de 1941
(Folo
2.
Flelchet~
Monfor'~
del Cld. - Perspecrh·o de lo pueril de 11 ~fnur. 2,
en los primero, d;l$ de las e~c:avldonn de J941
(Folo
Fle.~her)
[page-n-194]
fLETCHER - . Construcclón Megalítica.
1.
.\Ionforrc dd
de l . pilosrr.,
Icrminu la camp."a de I!NI
Cid.- D~rlllc
LÁMINA IV.
r
Irquhr.bn. _1
(Foro f-1e rcherl
2.-_Mon lorlC del
Cid.-Del.lI~ d~
r. rure 011., al rcrrnlnor Tu
uc•• ccionc. de 19~1
lForo Flc r"hc.1
[page-n-195]
fLETCHER - , Construcción Mega lítica.
I.- "Ionlorle del eld. -la 10111 8,
Inidar. t 'oc u .... ,·••·ioncs
LÁM INA V.
l'
(FOIO Espl'¡¡
Z. - "Ionlorte IItl CIII-. - La ¡Ola B, 11
termInar 1 uc,\·.~jontl en 1941
..
(Folo Flelcher\
•
[page-n-196]
LÁMINA VI.
fLETCHER • • COlI strucciÓn Megaliticat
t. ".lonIMle del Cid. _ V;$"
Inlcrior del II'IIUl lrabe y mu ro
2.-."'nnlnru, dd Cid.
¡nl~r¡o,
o!.ct
ni"'"
Plrle
mediero
y
100'1$ J:t.bldu. C.rl corre$pon.
dienle I la dm... I
J
Mun lOrle de! Cid. _ Pnle
,uredor
l05n
~uhd...
d¡cnT~
muto
mediero y
uu eorr u'pon ·
• la c'mu. I
¡Folo FIclcllc rJ
[page-n-197]
FLETCHER· . Construcclón Megalítica))
LÁMINA VII.
l. - .~I on /nr!t del Cid. _ Def.ne
2.-MonlnTle del C iJ..
d~1
Def.ne
.Iinumienfn
lJ rarle CerC.n •• 1 ... u~. (VéJU
fI,.!i,
S-e¡
3.
Mon/Orle del Cid. _ Nicho
o vem'n.
de
lJ
dm...
IV. fll. 12.
1.
[page-n-198]
FlETCHER - , Construcción Megalítica.
PU ••ur.,.
(In
e'rile! en So.. Sau.. :\"'"
LÁMINA VIII.
~Ci"d~dcl.,
\\enOl''''')
(fOIl) .\\" .. iol
Column_ monol;l;""~ y de Itmborn de piem en Tone d'En G.urnn ¡Al.yor, Menor~al
(FOIO ,\\ art;nez 5f,nla.()lal:"j
[page-n-199]
ISSN 1989-508
D. FLETCHER VALLS
Trabljos del Servido de Invutlgatlón PrrhlSlórltl
La
Con~trucción
I"\e.galltica
De. I"\onforte. de.l Cid
1
ANTECEDENTES
En el año de 19.15. D. Eulogio Espl:í, estudiante de Filosofía y
I.etras de la Univcrsid;ld de Valencia . comunic:lha al Servicio de
Investigación Prehistórica la exislenei" de lIna construcción de mareadú carácter prehistórico, según podía apreciarse por las fotogra rías que del halbzgo exhibió .
Ante el posible gran inTerés de este descubrimiento, el ScrviC'io
procedió a efectuar el debido reconocimiento y Icv:mlamicllto de
planos. designando para ello al que suscribe y ti D. Fr;lncisco Jo rd á
Ccrdá, a quien dehemos los primeros planos que en es ta noticia se
insertan.
Hecho el estudio de lo que podí:1 verse,:1 simple vist:l, de la
construcción y aunque la Dirección del Servicio lo juzgó de gran
interés. por est:lT en march:l otras excavaciones. no hubo posibili .
dad de acometer cnlonces los trabajo s de excavaci6n, que ~c inicia·
ron en 1941. realizándose un:l primera campaña que no fué suficien·
te para dejar al descubierto totalmente la constru cción, lo Que espe·
ramos se logre en una nueva visita al yacimiento .
Sin embargo, creemos co nveniente dar notici, de los resultados
(·btenidos en nueslr:l excavació n de 1941 , acompañ,'Índola de los pla.
nos y fotografías m¡ís adecuados R nucstra descripción. (1).
(1 ) Noticia de los prlru~OII trabajos ya la dJ6 sumar1a.menle el Director del
Servicio, D. Is.Idro Balleat.er. en el diario d.& Provlnc1an de 14 Diciembre de 1941.
-
165-
[page-n-166]
2
O. FLETCH'foR VALtS
Desde estas páginas Queremos destacar la co rdial acogida y {ad.
'¡dad es que se nos dispensaron en Monforte del Cid. y la valiosa
ayuda encontrada en su Alcalde, O. PlIscual Belda Miran.bell. (1).
....
tt'll'l.ltXMllllto
t "II~T~""IOII
.,
•
•
•
Ekht
flgur. l. __\lonlofle del Cid.-Ctoquil dtl emr1... mienIO de l. con.trutciÓ n
(1)
En nuestros trabajOS de excavación tuvimos la eficaz colaboración del
Cftpataz.reoonstructor del S. L P., D. 8aJ.vador Espl.
-
166 -
[page-n-167]
LA (:QNSTRU(:CION .'o\EG... I.ITIC A
3
n
EMPLAZAMIENTO DE LA CONSTRUCCION
\
Se encuentra en la margen izquierda del río Vinalopó (fig. l.a),
en la partida denominada «El Secano)), término del Molino de BIasca, siendo su dueño D . .losé Salas Carrasco (quien tuvo la gentileza
de autorizar los trabajos de cxc;:¡vación que llevamos a cabo), díat:mdo unos 300 metros de la carretera de Aspc a Monforle del Cid.
scp:míndo la de cste último UtlOS 1.500 metros.
La distancia al actual cauce del Vinalop6, ha\' seco, es de unos
ocho y medio metros, llegándose al río por un:l pequeñ3 pendiente
que alcanza metro y medio de desnivel.
Las tierras de aluvión, que en la actualidad forman la margen
izquierda del río, cubrían completamente 1:1 construcción, pl'diendo
hacerse el descubrimiento gracias 3 un corrimiento de tierras que
originó un pequeño túnel y profunda grieta, a través de los cuales
veíanse unos sustent:ículos y arquitrabes (6gs, 2, 3,4 y lám, J, 1 y 2).
Al visitar nuevamente e( yacimiento en el verano de ]911. para
proceder a su excavación, estaba cambiada la fisonomía del lugar,
pues hahía desaparccido ci túnel)' existía una zanja de exploración
hecha, por mano desconocida, en la p:1rtc alla del yacimiento, aun que la construcción no había sufrido en su estructura (fi~, S. H; I:ímina 11, 1 y 2 y Hm. IIl, }).
Nuevos agrietamientos se habían producido en e l e.'(tcoso hanco
de tierras de acarreo, afect:mdo los dL'sprenclimientos a In parle
izquierda exterior del edificio, dando la sensación, el gran número
oe ¡:!ra nd es hloques C,lídos, que, a conti nuación de este edículo, h:lhí:t 01r:1~ construcciones, lo que desgraci:ldarncnte vemos muy difícil pueda comprobarse dados los destrozos que los cuarteamienlos
h:1O producido,
Tanto en la p:lrte alla de l
comprobamos tillOS atisbos de alineamientos de piedras hincada s.
pero no puede rastre:1rsc una gr:ln extensión de los mismos por los
hundimienlos y rcsquebraj:lduras (fig. 5. b-c y c-g y 1:101. VII, 3), lo
que impide datadas con probabilidades de certeza.
-
167
[page-n-168]
D. f"LETCHCR VALLS
í
Fie.
2 . _ Monforte det Cid.- Aspecto del monumento en 1035
ICroquis Jord'l
-
168-
[page-n-169]
L\
5
III
LA CONSTRUCCION
La actual parte frontera está formada por dos grandes arquitrabes: el de la derecha de 1,81 metros de longit ud, 0,30 de altura y
0,45 de espesor, y el de 1;1 izquierda J.40)( 0,30)( 0,45, efecl\1ándose la
sustentación por tres apoyos, Que se resuelve cada uno de ellos de
manera distinta . El de la derecha es una gra n losa de 0,95 de altura,
0,60 de anchura y 0,20 de espesor, llevando en su cara rccayentc al
interior de la construcción, un fuerte ftraba do; esta losa realiza el
doble papel de sustentáculo y de muro exterior del edificio, por lo
menos en lo Que conocemos en el momento presente. Como su altura no era lo suficiente para alcanzar ¡as medidas presupuestadas al
iniciarse la construcción, se ganó altura apoyándola sobre una peQueña cimentación de piedras. lo que (ué motivo de la fuerte inclinaciÓn de la losa a causa de los acarreos y presión de la ingente masa
de piedra y tierra que tiene que sustentar (figs. 3 B; 4 y 10 y lámina IV, 1).
E l apoyo central de la fachada está concebido en plan de verdadera columna, formada por un fuste de 0,90 de allura. 0,34 Je espesor y 0.30 de anchura en la base y 0,65 en la parte alta (6gs. 3, A;
4; 8, A; 10; Inm. 1,2 ; lám. TI, 2; l;ím. IV, 1). Aquí la falta de al·
tura se resuelve con un verdadero capitel. trabajado exprofeso. aunque rudimentariamente, p!ira cumplir su cometido. Sus medidas
son: 0.20 de altura, 0.30 de anchura y 0.45 de profundidad. Los dos
ángulos fronteros del capitel están redondeados (figs. 3; 4; 8. T;
lám. 1, 2; lám . n, 2; 10m. I1I, 2, y I!m. IV, 1) .
Estos dos apoyos eran visibles antes de iniciarse las excavacio·
nes; no así el tercer suslentáculo que sólo quedó al descubierto después de varios días de penosa excavación, a causa de la extraordinaria dureza)' espesor de la tierra que lo ocultaba. La solución dada 3
esta pilastra es comp let amente distinta a las dos anteriores. pues la
co lumna se forma por grandes bloques, hasta alcanzar la altura deseada. La medida de los distintos tambores es la siguiente (véase
figuras 6; 7; JO; lám. In. 2, y lám. IV, 1) :
z............
W ..........
LL .........
Longitud, 0,53; altura, 0,11
...........
»
»
»
K ...........
»
~
0,37;
0,50;
0,50;
0,37;
- 169-
»
»
»
»
0,15
0,34
0,2.1
0,20
[page-n-170]
6
D. FLETOHER VALLS
.
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170 -
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[page-n-171]
7
LA CONSTRUOCION ,\WGAL.ITICA
dando la suma dc las diferentes alturas un total de 1,00 metros, sin
diferencia apreciable con la colum na central (0,90 altu ra fuste, más
0,20 altura capitel; total, 1.10 met ros), cstando, sin embargo, más
alto el arquitrabe por la p:l rte izquierda Que por la centra l a causa
de que la columna mediera está más hincada en el suelo Que las laterales.
Estando si mplemcn te ~uperpuestos los bloques de la columna
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Pil!.
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del Cid.- Plant. de l. cOnsTrucción .nTU de lu e;llc,,'.clonea y detalle
de 101 ItIlsrenrirulOO5 A y '8
(P1.no JardJ.)
izquierda, sin otra trabaz6n (Iue su propio peso, han perdido la ali.
neación y actualmente forma n UD falso escalonam iento, cosa que ya
se preveyó al constru irla, pues por la pa rte interna se le puso un
fuerte refuerzo . consistente en una gran piedra, groseramente des·
bast.d. (fig. 7, R) .
Todavía má s hacia la izquierda de esta última column a, siguen
los hloques y cantos rodados, como si existiera un muro que conti.
nuara la fachad:t descubiert:t; pero, como hemos indicado más arr i ~
ba, las profu ndas desgarraduras del terreno harán sumamente difícil
dictaminar co n certeza sobre el particular.
-171 -
[page-n-172]
D. fLt:TCHEIH VALLS
8
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Ig. 5- Mo n1
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[page-n-173]
! \ CONSTRlU! ON ,\\.€G...!cl.:T¡CA
9
Sobre los dos arqui tr:lbes todavía pueden verse cantos rodados y
bloq ues, algunos de gran tamaño (figs. 3; 6; 10; lám . IV, 2). (así
el designado con la letra Y mide 0,68 de lo ngi tud, 0,28 de allura y el
designado con la letra X, 0,44 x 0,23), último resto de la fachada, de
la Que se conserva, sin contar el arquitrabe, más de un metro de altura en algunos puntos.
En el interior del edificio se encuentran también en abunda ncia
bloques y cantos rodados de gran tamaño, si n duda alguna correspondientes a la hundida cubierta .
La planta de las constr ucci6n es aproximadamente cuadrada, estando dividida en dos cáma ras por un muro central perpendicular a
la fachada (l1gs. 9; 12. lám. VI, 2 y 3). Estc muro divisor está constituído por la co lum na cent ral A, y en línea recIa con cita tres grandes losas y tln gran bloque de for ma redondeada (figs. 8,9).
Las losas miden:
A' ...........
A ....... .....
A' ...........
AIt ., 1,00; anch ., 0,60; espesor. O,JO
0,60;
»
0,32
» ] ,00;
»
» 1,00;
»
0,75;
0,35
»
Oc estas tres losas, dos ll evan inscult ura s, A" por una parte y
A'" por ambas, debiendo sCll:llarse que es precisamente hacia el intcrior de la cámara 1.&donde mira n los grabados dc la9 losas B,
AH y A .. •.
Sob rc la pared divisoria descans:m de Irav~s otros grandes bloQUes Que serían el inicio de un muro, que tal vez ll ega ra hasta la techumb re de la construcción , dividiéndola en dos departamentos
completamente aislados (figs . 8; 9; 12; y lám. VI, 3).
El muro lateral de la derecha se proyecta (por lo menos en lo que
co nocemos de eSf~1 primera campaña de excavacio ncs) en linea recta
desde la losa B, mient ra s que el muro latera l izquierdo arranca un
poco m:ís afuera de la pilastra de su parte, resolviéndose así la asimetría que se hubiera producido al hacerl o nacer a conti nuación del
sustentáculo, ya que el arquitrabe E es más corto Que el S. Con ello
se ha co nseguido dar idéntica área a ambas cámaras (fig.9), lascuales
cierra n al fo ndo por un muro paralelo a la fach:lda, teniendo una
repisa o banco la pllrte correspond ien te a la cá mara 2.& y un nicho o
ventana el muro de la cá mara 1.-, tan a ras del actual suelo Que se ha
perdido el 3rqui lraoc. La :i1tura a que está esta abertura referida al
piso de la cons trucción es la de 0,85 metros, estando distanciada del
mu ro divisorio unos 0.25 metros (figs. 9; 11 ; 12; llÍ m. IV , 1, y lá*
mina VII, 3).
-173 -
[page-n-174]
10
O. Fl.ETCHSR VAt..l.S
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FiK . 6._ Monlorlc del CIII .- Pane iz,¡¡ulerd. dt la tOlOf;lru«lón dllran l.. lal
1, Aludo. 2,
PI.,,,.
fY~ludon ...
IPhno FlelMu)
-
174-
[page-n-175]
LA CONSTRUCCIÓS .\olECAllITICA
11
Tanto este muro dcl fondo como los latera les tienen idéntica técnica constructiva Que lo quc se conse rva sob re el arQuitrabado, alternando grandes losas con enormes cantal> rodados y a veces bloques
de gran tamaño, como el colocado debajo del nicho o ventana de la
cámara 1. ...
Seguidamente damos algunas de las medidas más importantes
del edículo, habiendo dado con anterioridad otras correspondientes
a partes de la construcción:
1.0
2
3.'
4.'
G
5.°
6.0
7.°
8.°
9.°
10 o
11 .0
12. 0
Longitud de In fachada puesta al descubicÍ'to. 4,00 mts.
Altura dc 1;1 fachada hasta el arC¡u itrabc ..... 1,10 )¡
Ahura total, actual. ................. .
2,00 )lo aprox.
Amplitud de la cmrada a la c.ímara 1.. 1,27 parte alta y
l,lO parte baja
Amplitud de la entrada a la cáma ra 2.· 1,16 p¡.rte a lta y
1,25 parte baja
Anchura de la dmar:! 2."' (1) ........ .. 1'55 en su primer tcrcio
1,70 en la partc media y
1.50 al fondo
Profu ndida d dc la cámara 2,- (desde la entrada a
pared fronte ra) ........................ ..... .
2,65 mU.
Altura de los muros laterales en su estado actual. .. . 1,25 )lo
Altura del muro centra l en su estado actua l.. . ..... . 1,25 »
Muro divisorio: largo, 2,55 sin contar columna A;
iocluyéndola son 3'20 mts. ; espesor, 0,37.
Altura del nicho en su estado actual. ...... .... .
0,70 mts.
Anchura del nicho .. . ..... ... ...... .. . .. . .. . .. .
0,45 )lo
IV
LAS TRES LOSAS GRABADA.S
Ya hcmos indicado con anterioridad sus medidas, su e mpl azamiento y la función que realizan arquitect6nicamcnte. Ahora hacemos una breve descripci6n de los mot ivos grabados.
LOSA B.-En la cara recayente a la cámara L· , lleva insculpida
una figura elipsoidal dividida en dos zo nas por una línea vertical que
arranca ndo de la parte ba ja de la el ipse llega hasta el mismo borde
superi or de la losa; en la parte media de este eje y aproxi madamen(1) I.as medldnl; de la cámo.ra 1."' nQ se 1nsert.an por eat.a.r en curso de excavación. Su distancia. de la pUerh1- al muro frontero es igUal a la. de la cámara. 2.-
-175 -
[page-n-176]
12
D. FLETOKER VAI..LS
te en el centro de la losa, ha)' una pequeña con~a\'idad de la que
a rran ca una línea Que forma ángulo con la \/crtical ll cgando muy desvaída a la línea ci rcundante, la cua l en su parle inferior está nuevamente dividida por una línea horizontal que 10C:1 la elipse por dos
pumos, quedando con el lo dicha elipse formando cuatro cuarteles,
dos grandes y dos pequeños. El grabado es profundo y s61 se hace
0
so mero en el brazo lateral Que subdivide uno de los cuarte les gran·
des e n dos partes (lig. 13 y lám. V),
2
FIg. 7. - ,'I\o<>Iorle de! Cid.----f'Ir!e llquiudl de la co~,,,uc.'¡lin durlnle
1. VI,," de 'rrnr", COn la columna Irquierdt completlmente .1
2 Drlllle de l. ,,"cnk. co","trllC'li •• de didl, enturnnl
nu.
-
176 -
'al
."c.vacio-
dr.cubier'o. -
[page-n-177]
LA CONST.RUCCIOo'l .'n.EGALITICA
IS
LOSA A".-E I grabado también tiene forma elíptica, con el eje
vertical que, arrancando de 13 periferia del óvalo, llega al borde infe·
rior de la losa . En la parte media de 1:1 línea central se originan dos
surcos, simétricos, Que por ambos lados llegan a la línea exterior, y
un tercer surco, muy tenue (tanto que la fotografía no lo acusa,
aunque en el dibujo se ha exagerado para testimoniar su existencia),
!lIK. 8._\o\ ,,~rorre del Cld.- tHulle del mu ro medl.nero por '" parle teuyente 1 la
dll\l.rI 1 (durante la nClvld6n)
(PIlilO I'letcber)
Que, partiendo igualmente de la zona central , ll ega a la elipse; simétrico a este surca h:¡y otro, fuertemente inciso que desde la línca
circundante se dirige a la zona de dispersión, a J:.¡ que no llega por
tcrmin3r en un ens:mchamicnlo irregular. Hemos de hacer nOI:1r Que
el punto cenlral o punlO de irradiación de líncas es la parle m:is
có nc3va de la losa, lo que (lesCarla la posibilidad de que su eje verti~
cal, Que llega en ancha ac;¡nal:u!ura hasla el borde, fuera un desagüe
(figs. 8; 13, y 13m. VI, 2 y 3).
LOSA A'" .-Po r [a parle co rrespondiente a la dOlara 1 ., presen-
177 -
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FlETOHER VAW
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~P!lno Flet~htr)
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178-
[page-n-179]
L.A CONSTRUCC101
l.
ta un grabado en formn de D invertida, y por la parte reeayente a In
cámara 2.& una profunda concavidad que no llega a atravesar la losa;
ésta tiene dos muescas, una en el borde superior pasándolo de p:1fte
a parte, y o tra en el borde inferior que no transciende a la otra cara.
La hendidura superior estaba t:lponada por una piedra encajada
(figs. 8; 13; 15m. VI, 2 y 3).
V
HALLAZGOS
Ninguno de los escasísimos y misérrimos hallazgos tienen valor
suficiente para ambientar el edículo, puesto que no se h:m efectuado
en estratO arqueoló,gico. sino a diversas alturas en la espesa malta
do tierra que cubría la construcción en el interior y exterior de la
misma.
Todos los campos cercanos, m~s altos, ahundan en cerámica ibériC:l fragmentadísima, mezclada :1 otros restos cerámicos campanienses y csigillata», encontrándose en la misma espesa capa de tierra de
aluvión que cubría la parte izquierda de la fachada, fragmentos de
cerámi ca ibérica a distintas alturas. clara muestra de que han sido
acarreados por las avenidas. Algunos fragmentos llegan casi hasta
el nivel del suelo primitivo de 1:1 construcción. Dentro de ésta. a la
profundidad de 1,85 metros a contllf de la superfi..:ie actual. apareció
un pequeño sil ex (fig. 15. 3). En 1:1 ClÍmara 2."', hacia su parte media
y cerca del muro divisorio, a un metro de profundidad, se encontró
parte de un recipi ente. en piedra, cuya concavidad es rectangular y
exteri ormente sus ángulos son romos (lig . 15.2). En la misma cámara 2.... y en el nivel correspondiente al piso de ella, en un pequeño entrante formado por las losas A" y A''', salió una contera de
ánfora romana (fig. 14). siendo de la misma dOla ra un hloQUC de
piedra en forma de cono truncado, cóncavo en su parte :;entra semejando un quicio (altura. 0,17; diámetro máximo. 0,30; diámetro
de la concavidad, 0,05, y profundidad de la misma, 0,09) (fig. 15,1).
¡¡ en las dos cámaras ya distinta altura, como ya hemos señalado, al
igual que fuera de ellas. fragmentos de cerámicas ibérica, campaniense, «SigiJ1ata .... entremezclnda y probando Que se deben a acarreos
posteriores a la construcción.
Todo ello es bien poco para poderlo relacionar directamente con
la edificaci6n.
-
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16
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FLETCHal: VAloLS
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L,\ CONSTRUCCrON ME..GALlTlC A
17
VI
CONSIDIRACJONES FINALES
Aunque lo reseñado corresponde solamente a una primera cam~
p.. ña de excavación que no ha permitido conocer la construcción por
sus partes externas laterales y posterior, ni las inmediaciones, impi.
diendo con ello decir la última palabra sobre este hallazgo. sin em~
bargo nuestras observaciones directas durante los trabajos. así como
el estudio del monumento y su cotejo con otras const ruccion es pre~
históricas. nos sugieren unos cuantos puntos de vista que transcri~
bimos seguidamente:
1) A11tigüedad de la constmcci6n.-E I actua l cauce del río Be
halla a más de 6 metros de la fachada del edículo y a más de 1.50 por
debajo del piso de éste; es un cauce ancho. seco, pues muy esporá~
dicamente lleva agua y 8US avenidas se producen con intervalos de
muchísimos años y nunca, según la encuesta efectuada entre los campesinos de los alrededores, se conoce que haya llegado el nivel del
agua ni siquiera a los pies de la zona del megalito. La const rucción
estaba tota lmente cubierta por un banco de tierras, o sea que estaba
metida en una capa de más de 2,50 metros de altura por más de 7.00
metros desde el muro trasero hasta la margen :rctual del río (lámina
VII,!), siguiendo todavía dicho banco tanto en longitud como en la~
litud muchos metros más. Hace algunos años la medida que hemos
indicado de 7,00 era mucho mayor, pues según los conocedores del
terreno, las tierras van desmoronándose len tamcme, habiendo sido
en uno de estos derrumbamientos cuando se puso de manifiesto la
existencia del megalito, que hasta entonces era desconocido por es·
tar completamente cubierto por las tierras, cuya ingente masa se ha
ido posando sobre el edificio por arras tres, como lo comprueban los
fragmentos cerámicos hallados a diversas alturas, tanto dentro como
fuera de la edificación. Por tanto, teniendo en cuenta la molla que
la cubría y la escasez de agua en el río Vinalopó. hay que considerar
que la edificación se elevó en época en que por dicho río discurría
un enorme caudal de agua, suficiente para producir esos acarreos, o
Que la capa de tierras se ha formado a causa de las avenidas, en cuyo
caso habría que considerar un gran lapso de tiempo capaz de formar
la bancada.
Podría pensarse en una construcción excavada en la mo le de arci.
lIa, pero esta posibilidad queda completamente exclu ída porque las
tierras sacadas del interior de las dos cámaras son idénticas en com·
-
181-
[page-n-182]
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D. FL.ETOHER VALJ..S
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[page-n-183]
LA CONSTRUOC10N .\W.GA1. 1T1CA
19
posición y dureza a las que circundan la construcción, y tanto en el
interior como en el exterior del edificio, como hemos señalado anles , los fragmentos de cerámica aparecen :1 divers:.ts :.tlturas. Si la
construcción no fuera prcibérica, no Sl\bríamos cómo explicarno~ la
existencia de restos campanicnses, ibéricos y romanos en la posición
que señalamos, ya que en la cimeqtación, y por debajo del piso del
edículo no aparece ni un solo fragmento de estas cer:ímicas.
Finalmente, en la encuesta llevada a cabo nadie tenía idea de 1:.
e.,,
río, no habiendo localizado indicio alguno de edificación parecida
a la que estudiamos. Sólo en este banco de tierras es donde pa rece
hubo un grupo de construcciones de las que casi con toda seguridad
se ha salvarlo ésta solamente, pues los derrumbamientos y cuarteamientas del rerreno han debido causar muchos destrozos.
Por todo lo manifestado creemos que la aonsrrucción debe considerarse como cosa preibérica, en principio, y s610 al terminar los
trabajos necesarios para su completo estudio podrán reunirse todos
los elementos necc~arios para la determinación sin duda alguna.
2) Los grabados.-Oportunamente hemos reseñado ];¡s medidas
de las losas y descrito SlIS grabados, señal:lndo aquí algunos paralelismos con otras insculpturas, aunque no olvidamos su semeJanza con
escurrideras. Guardan un cierto parentesco con las alicantinas las
[iguras grabadas del dolmen del «Barranc de Espolia» (Tarragona),
las representaciones de 1 «Conca del Brugentll, las de «Curral das
..
Letras» en Cacha o de Rapa (1); las de t!:Peña del PolvorínD y «Cañada de la SolanaD (2); algunos grabados bale:'iricos, así los de S'Homonet (3), y otras estilizaciones andaluzas que recuerdan las del
monumento alicantino. También algunas muescas que aparecen 60bre losas de los dolmenes de Morbihan, tal vez habría QUC relacionarlas con las mucscas señaladas en la losa A'" de nuestro monumento (4) (fig. 13,3).
(1)
BREUIL.-cPe1lltures squematlques...• , vol. IV, 42. 43, 45 Y 57.
(2) MERGELINA.-cLa necróPolis t&rtesia de Antequeru, Soc. Esp. de Antrop., Etn. y Preh .• a l. t. o l. pág. 37. figs. 17 Y 19.
(3)
ALCOVER.-cEl Hombre Primitivo en Mallorca.t, lAm8. IV Y VI.
(4) SAINT-JUST PEQUART y Z. LE ROUZIO.-«Corpus de sIgnes gra.VC8
des monument.s megalllhlques du MorbihanD.-Pnris 1927, lAms. 30. 45 Y 88.La.s muescas que se ven en las lAma 88, 99, 101. 102 Y 103, corresponden a un
retoque
fotográfico
y no a la roolldad.
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D. FLETCHF..R VAu.s
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184 -
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LA CONSTRUOCION MoEGALITJCA
21
3) TéCtlica CO'lstrllctiva y paralelismos.-En nucstra primera vi·
sita recogimos la impres ión de que se tralaba de una construcci6n
megalítica de tipo baleárico, expresándolo así en cierta ocasi6n (1 )
Ahor:J, termi nrlda la primera campaña de excavaciones, su plan ta
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13.- .\ion/orle dd Cid.· Lu losAS ¡ubldu._L Los. 8 -2. Losl ,,"-3. LOtI. "".
(~g"'n
(1)
Jord' y
F'LETCHER reoenslón de Berthelot. en ATLANTIS. XVI,
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J85-
FIeI~herJ
pag.
216.
[page-n-186]
22
D. FLETOHEM \lALLS
podría recordarnos la de algunos enterramientos ibéricos, como por
ejemplo el de cEls Espletcru (Salsadclb), también en la comarca
levantina (fig. 16,1) (1); sin embargo, su técnica constructiva aleja
nuestro monumento del castellonense, mientras muestra algunas se·
mejanzas extraordinarias con las construcciones baleáricas.
Fle.
14.-.MonIOCIC del Cid._ P1.n!. de la conJlJ'utt!ón en el cur.o de l. primer. ump.1I1
de
cxc.v.clon~
.
(Croqul. P1clcher)
Así, el nicho o ventana de [a c:ím:lf:l J.- es semcj,mte al de Beni.
maymul (Alayar) (2); columnas con rudimentario capitel se encuentran en la cueva primera artificial Ildels Antigar&» (Salines de
S:mtanyi) (fig. 16.2) (3) (haciendo este cotejo sólo por la técnica ne
(l) COLOMINAS ROCA.--cEls enterramenta lbértcs deis Espleters (6alsadella)I, en Anuart Instltut Eatudis catall1na VI, pág. 616.
(21 J . MARTINEZ SANTA OLALLA.---CElement.oa pera un estudio tIe la.cultura de 10\!l talayota en Menorcal. M'l Soc. Esp. de Antrop., Etn. Y Preh. XIV. pág. 5.
(3) COLOMINAS ROCA.--cL'Edat del Bronze en Mallorca.. Lea ln.estlgacióna
de l'InstltUt (1916·20)_. en Anua.t1 Instttut Estudls C8talán8 VI, pág. 155.
-
186-
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LA CONSTRUCC10N ME(;AllTJCA
23
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187 -
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o.
fLETOIi6R VALlS
las columnas, pues ya hemos expuesto nuestro criterio de Que lo ali.
cantino no cs una cueva artificial). Columnas con capiteles y gran
arquitrabe podemos señalarlas en Son ~aura Nou (Ciudadela), cuyos
capiteles tienen los ángulos redondeados, llamando la atenci6n la
extraordinaria semejanza que guarda el conjunto con la construcci6n
alicantina (lám. VIII, 1). siendo todavía más singular la estrecha
a6nidad con una parle de .:Torre d'en Gaumés» (A layad, cuyo
aspecto general es idéntico al de Monforle del Cid, no sólo porque
uno de los substentáculos sea una gran losa, sino también porque
una co lumna hecha de tambores rudimentariamente desbastadoli,
lleva un refuerzo igual a la columna izquierda de nuestro monumento (Iim. VlII, 2).
La identidad en la técnica construct iva de las edificaciones baleá ri cas y alicantinas es tal, que incita a postularles un mismo origen.
¿Es ello posible? Hemos dicho que el monumento alicantino se
encuentra en la margen izquierda del río V;inalopó. En las noticias
que los autores clásicos nos dan de la costa levantina, se nos dice
Que e ntre el Theodorus y el Sicanus lie encuent ran los GYMNETES,
Que tendrían su centro en la cuenca del río ALEBUS, identificado
con el VINALOPO (1), y frente a cstos gymnetes peninsulares t.e
encuentra en las Baleares otro núcleo de población con el mismo
nombre. Esta continuidad de población debe. remontarse;.. época
muy primitiva , según Berlhclot (2), y aunque el nombre de los peninsulares y baleáricos no fuera precisamente la palabra griega co n la
que los textos los mencionan, no hay duda que ambos grupos lleva rían un nombre común, semejante, tal vez., al que los griegos les
aplicaron por similitud; en último ex tremo, si st:: les desll;::nó con
ulla palabra griega por una característica determinada, es porque los
demás pueblos costeros limítrofes no tendrían esta ca racterística, lo
cual indicaría, igualmente, una diferenciación de los gym neles continentales e insulares con respecto a los demás pueblos y una identidad en tre sí. El parentesco étnico debe, pues, :Idmitirse como hace
Martín Almagro (3), para quien la cultu ra de El-Algar se extiende
por el Mediterráneo, y a gentes de esta cultura se debe el establecí-
OOMEZ SERRANO, N.-cArse·5agunl.unJ, en 8a.itnbi 12', pag, 119, klenti·
baJa. del valle del Ebo, en 1.18 cerca.nlas de Denta. Ebus seria. la ra.1z de Ebusus que en el periplo se llama Oymnesta,
como la zona. pcn1ru¡ular costera. doode está el Ebo.
m
ftc& el Alebus con el. Gi.ron& o Alvercher que
(2)
BERTHELQT.-cF'e6tus Avlenus, Ora MarltlllllU, Pa.r:ls 1934.
{3l
ALMAGRO,
M- dntrodueclón a.
la ArqucologiaJ . BaroClona, 1941, pi.
gina 361 Y ss.
-188 -
[page-n-189]
LA CONSTRUCCION M.EG.r\UTICA
miento de la primera colonización de las Baleares, Que parece no
tuvieron poblac.i6n humana en época anterior. También había señalado anteriormente Marlíncz Santa Olall:t para el comienzo de lae
influencias de la cos ta peninsular sobre las Baleares, la éPO\..ll argá-
I
:1 ..,. ...
2
l'i g. Hl.- L. Pl.nto 1 ,Illdo del .opukro del, Es plclen (Salndtlla). (&cun Colomina).
2. Perlpet l;VI de 1, primera cuua dds
Anll~of'Ol
(Les Sallou). (Sef:lln Colominas)
rica (1), coincidiendo amhos alltores en que dicha inftuc ncia no sólo
se ejercc sobre nues tra s islas, sino t3mbién sobre Cerdeña, de donde
pas:lrian después técnicas cons lrtlclivas a /3 Bale3res, originándose
ento nces los talayots. na vet:ls y tallJes, según Martínez Sanla Ol:1lb
3 partir de 1.200 3 . J. C., y según Almagro un poco después del
año 1.()tX). haciendo perdurar esta cullura uno y otro autor basta fechal muy recientes.
(l)
MARTINEZ SANTA OLALLA.- Loc. CIL.
-
189 -
[page-n-190]
26
D. FLETCHER VALI..S
Ame estas relaciones entre la Península y las Baleares, m:mteni·
das aun dentro de la cultura de los talayots, como hace observar Al·
magro para los utensilios y armas de bronce, cabe preguntarnos ¡¡i
la cultura megalítica baleárica fué inlluída por :a sarda y los nuraghes y taJayats provienen de focos culturales mediterráneos, según
lo admitido tradicionalmente. y por tanto nuestro monunH:nto de
Monforte del Cid es una proyección de la cultura de los talayats a
la coua peninsular, avalándolo la identidad de nombres étnicos, o si
pOr el contrario, debemos tencr presente nuestra magnífica tradición
megalítica de Andalucía y S. E. (la región tartcssicn de J08 autores
clásicos), así como igualmente la tradición literarin Que nos relata la
colonización de Cerdeña por gentes tartessicas, hecho Que, coinci.
diendo con las opiniones ya expucstas, se 8itúa en el segundo milenio 3. J. C., por García Bellido (1), autor Que insinúa la posibilidad
de una expansión, desde la Península :1 las islas, de las grandes construcciones megalíticas, cuando nos dice: «... Iodo se conjura para
dar posibilidad a una deducción lógica dentro del eSlado actual de
nuestros conocimientos ... y es Que la cullura nurághica Que Horece
sin antecedentes ni estados embrionarios en Cerdeña en la Edad del
Bronce, pudo ser importada por aquella invasi6n de gentes iberas
que procedentes de Andalucía (región de Tartessos) y mandada por
un «clUb llamado Norax, arribaron a Cerdeña en una fecha de cierto
metida también en la Edad del Bronce».
Afirmará el hallazgo de Monforle del Cid eSI:! deducción de García y Bellido o solamente habremos de ver en la construcción alicantina el reflejo de un fenómeno cultural propio de la cuenca del
Meditcrr:íneo, Que tiene sus manifestaciones conocidas en el N. de
Arrica, Malta, Cerdcfia, Baleares, elC., y ahora en la propia Península Ibérica?
De momento, y aunQlI~ no consideramos imposible la PI imera
hipótesis, creemos Que se carece de datos suficientes para desechar
la segunda probabilidad aceptada generalmente, por lo que s610
esperamos el fin de las excavaciones en Monforte del Cid y el estudio de nuevos hallazgos de esta índole en la Penfnsub. par:l poder
lIeg:lr :t una conclusión definitivio.
(l) GARCIA y BELLIDO, A.--«Los lbeTo& en Cetderia. seg(m loa textos clA.eJC06 y la arqueologlat, en Emerl.ta In, 2. 0 , 1935, pig. 225
-
t90-
[page-n-191]
FLF.TCHER ~ .Con strucción Megalítica.
LAMI NA l ·
J.- .Il unlorre del Cid. T únel en l. c'p' L'e ri~rrl '1"t ,' "bri. r.
~olll!r",,~dón. Al londo lt co lumn.
2.
.\l on lorre del Cid. - ner~JIc: de l. ool"n,o. tenlf.l. ton ."
c. pi rel ~ If'l"irrabu. A/lo 1933
(1'010 E.pIU
[page-n-192]
f LETCHER - . Construcción Meg alíti ca.
LÁM INA 11.
1._.'!Ionforle del Ci del Vinalop6._ EI n¡n~1 ha d~Slrlrecido por
hundimiento. A~o HHI
(1'010 f'lerchcrl
2.- Monforre del Cid.-lk.aJle de ra colum·
111 centr.l, capitel y nqui lr.~s. A/lo 1941
(FilIO f'lclcht r)
[page-n-193]
FLETCHER - «Construcción Megalítica.
LÁMINA 111.
1._,\\onfOl.e del Cid.---P~r5~c.h·. de 11 pueril de l. dm ..a 1,
I! iniciarse las uc.,·.cion"ll de 1941
(Folo
2.
Flelchet~
Monfor'~
del Cld. - Perspecrh·o de lo pueril de 11 ~fnur. 2,
en los primero, d;l$ de las e~c:avldonn de J941
(Folo
Fle.~her)
[page-n-194]
fLETCHER - . Construcclón Megalítica.
1.
.\Ionforrc dd
de l . pilosrr.,
Icrminu la camp."a de I!NI
Cid.- D~rlllc
LÁMINA IV.
r
Irquhr.bn. _1
(Foro f-1e rcherl
2.-_Mon lorlC del
Cid.-Del.lI~ d~
r. rure 011., al rcrrnlnor Tu
uc•• ccionc. de 19~1
lForo Flc r"hc.1
[page-n-195]
fLETCHER - , Construcción Mega lítica.
I.- "Ionlorle del eld. -la 10111 8,
Inidar. t 'oc u .... ,·••·ioncs
LÁM INA V.
l'
(FOIO Espl'¡¡
Z. - "Ionlorte IItl CIII-. - La ¡Ola B, 11
termInar 1 uc,\·.~jontl en 1941
..
(Folo Flelcher\
•
[page-n-196]
LÁMINA VI.
fLETCHER • • COlI strucciÓn Megaliticat
t. ".lonIMle del Cid. _ V;$"
Inlcrior del II'IIUl lrabe y mu ro
2.-."'nnlnru, dd Cid.
¡nl~r¡o,
o!.ct
ni"'"
Plrle
mediero
y
100'1$ J:t.bldu. C.rl corre$pon.
dienle I la dm... I
J
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