Posibilidades diagnósticas de la Tomografía computarizada en los estudios paleopatológicos
Domingo Campillo Valero
Antonio Carvajal Díaz
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ARCHIVO DE PREHISTORIA LEVANTINA
Vol. XX (Valencia, 1990)
DOMINGO CAMPILLO* Y ANTONIO CARVAJAL**
POSffiiLIDADES DIAGNÓSTICAS DE LA TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA
EN LOS ESTUDIOS PALEOPATOLÓGICOS
INTRODUCCIÓN
La finalidad del presente estudio, pretende destacar el importante avance técnico
que supone la tomografia computarizada, exploración, que desde su introducción hace
dos décadas, permite un mejor estudio de los restos humanos, tanto esqueléticos como
momificados. A nuestro entender, el mejor estudio antropológico y paleopatológico que
esta técnica nos permite, representa una notable contribución para la prehistoria y la
arqueología, cuya última finalidad, es el mejor conocimiento de las poblaciones humanas que nos precedieron y cómo fueron evolucionando.
Los estudios prehistóricos, desde sus inicios en la primera mitad del siglo pasado y
los correspondientes a los tiempos antiguos, han evolucionado de forma sorprendente,
beneficiándose de los importantes avances científicos, que cada vez en mayor número,
aportan datos que nos permiten una aproximación cada vez más exacta a nuestro pasado. También la paleoantropología y la paleopatología se han beneficiado de esos avances, que nos permiten comprender mejor cómo eran nuestros antepasados, cómo era su
forma de vida y qué enfermedades padecieron.
Creemos que la enfermedad es tan antigua como la vida y que la especie humana, al
igual que los restantes seres vivientes, padecieron enfermedades, a causa de las cuales,
su esperanza de vida era muy inferior a la que hoy en día gozan las poblaciones actuales del mundo occidental. Sin embargo, conseguir un diagnóstico etiológico (*) de esas
enfermedades, es el reto que tiene planteado el paleopatólogo, sobre todo, cuando como
ocurre en la Península Ibérica, nos vemos prácticamente limitados a los estudios osteológicos, ya que los restos momificados son muy escasos.
• Departamento de Historia de la Medicina, Universidad Autónoma de Barc:elona.
.. Servicio de Radiología, Hoepital Central de BarceloiUL
(•) Lu palabru eeiialadu con UD asterisco remiten a UD glosario por orden aliabétieo al final del artículo.
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D. CAMPILLO Y A. CARVAJAL
Fig. l.-Esquema de planoe semiaxiales.
No creemos que sean necesarios muchos comentarios para comprender las dificultades que se le presentan a los paleopatólogos para conseguir un diagnóstico de certeza.
En primer lugar, se queda limitado a la detección de tan sólo aquellas enfermedades
que de forma directa o indirecta afectan al hueso, quedando prácticamente excluidas
todas las demás. En segundo lugar, se deben tener en cuenta las alteraciones tafonómicas (*) que sufre el hueso y que puede dar lugar a alteraciones pseudopatológicas (*), no
siempre fáciles de detectar. Una tercera dificultad se debe a que las formas de reacción
ósea son limitadas, y así, distintas noxas (*) pueden ocasionar reacciones semejantes,
cuando no idénticas, con lo que el diagnóstico se hace más dificil, pues los signos patognomónicos (*) son escasos.
CONTRIBUCIÓN DE LA RADIOLOGiA A LOS ESTUDIOS PALEOSTEOLÓGICOS
Posiblemente, el primer examen complementario que contribuyó al diagnóstico paleopatológico de las lesiones óseas, fue la radiografia simple convencional, cosa que no
sorprenderá a nadie, pues en clínica, osteología y radiografia siempre han estado unidas. Gracias a la radiología se han podido lograr diagnósticos que sin ella serían imposibles, pero la radiografia «convencional•, como cualquier otra técnica, tiene sus limitaciones. Por fortuna, entre otros importantes avances técnicos, en nuestra ayuda ha
venido la «tomografia computarizada» (T. C.) o scanner.
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TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA
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El desarroyo práctico de la T.C. se debe a Godfrey N. Hounsfield, ingeniero electrónico de la EMI Ltd. de Inglaterra. Una de las más importantes cualidades de este método de estudio, estriba en que evita la superposición de estructuras que tienen lugar
en la radiografia convencional, obteniendo las imágenes de un plano de escaso grosor,
de ahí su nombre de «planigrafía» (*) o <
habitualmente se emplean de sean(*), scanner(*) y scanning (*).La T.C. además nos
muestra una escala de densidades (coeficiente de atenuación a los rayos X), muy superior a la obtenida mediante la radiología convencional, ya sea simple o tomográfica. Poderse adentrar en la estructura ósea o en las cavidades craneales supone un importante avance para los estudios radiológicos y, cómo no, para los osteopaleopatológicos,
siendo de desear un progresivo mayor uso de esta técnica que ha revolucionado el diagnóstico médico en las últimas dos décadas.
La radiografia convencional plantea como problema la superposición de planos, que
hace que determinadas estructuras sean dificiles de examinar, no siendo infrecuentes
las imágenes dudosas y las pseudoimágenes patológicas. La tomografía convencional,
aunque representa una notable ayuda para algunos estudios, tiene la dificultad de que
las imágenes obtenidas presentan una menor definición que las obtenidas mediante
T.C., cosa que dificulta su interpretación.
La tomografía computarizada obvia la mayoría de estos problemas, permitiendo
examinar las íntimas estructuras óseas con gran nitidez, detectando fácilmente las
imágenes pseudopatológicas por concreciones calcáreas o restos de tierra, muy frequentes en los restos esqueléticos antiguos. Asimismo, se consiguen mejores resultados en el
estudio de los huesos fosilizados, cuya mayor opacidad a los rayos roentgen, dificulta la
visualización de la estructura ósea. Otro problema que la T.C. ayuda a resolver es el estudio de los cráneos completos, en los que resulta muy difícil inspeccionar su interior,
aún con el uso de <
estudio, pueden ser seccionadas, pero otras, a causa de su rareza o de su valor intrínseco lo hacen desaconsejable, y en estos casos, la contribución de la T.C. resulta inestimable. El estudio del hueso «seco» con T.C., nos permite poder examinar la estructura
que exploramos, en cualquiera de los planos anatómicos (axiales, sagitales, coronales u
otras incidencias) de forma sencilla y rápida.
El hecho de que no existan estructuras de las partes blandas de los huesos estudiados, provoca artefactos en las imágenes obtenidas mediante T. C., aunque barajando las
distintas técnicas de exploración de que disponemos, podemos llegar prácticamente a
suprimirlos.
CONNOTACIONES TÉCNICAS
Los estudios presentados han sido efectuados con un aparato General Electric CTMAX, con el cual se han realizado cortes tomográficos de 2, 5 ó 10 mm. Se han usado algoritmos (*) de cálculo específicos para hueso, obteniendo una matriz (*) de 320 x 320.
(1) F. FELSON (dir.): ./lbmografia craneal computarizada•. Ed. 'lbray, Barcelona, 1979.
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MUESTRA PALEOPATOLÓGICA
Núestra exposición está destinada a mostrar, mediante unos casos concretos, las posibilidades de esta técnica radiográfica, presentando algunas piezas que hemos tenido
la oportunidad de estudiar y que corresponden a períodos muy distintos.
Antes de presentar los casos que ilustran este trabajo, debemos destacar, que dadas
sus peculiaridades estructurales, los resultados son distintos cuando se aplica al cráneo
o al esqueleto postcraneal. En el cráneo los resultados son espectaculares, pues con independencia de la investigación de los procesos patológicos, nos permite discernir entre las
finas estructuras que entrañan el macizo facial y la base del cráneo, en que la radiología
convencional se ve mucho más limitada. En el esqueleto postcraneal, su mayor interés
reside en el estudio de las anomalías estructurales que causan los procesos patológicos,
en especial las neoplasias (*) y los procesos inflamatorios, como p.e. las osteomielitis (*).
EXPLORACIONES EN EL CRÁNEO
Antes de mostrar algunos casos concretos, destacaremos que los estudios sobre cráneos
«Secos» permiten realizar las planigrafias, según las tres dimensiones del espacio: sagital,
transversal y horizontal (en general semiaxiales) (fig. 1) o con cualquier otra incidencia.
1)
CRÁNEONORMAL
Se trata de un cráneo de época actual, pero nos parece interesante mostrar algunas
secciones tomográficas, que nos permiten constatar las posibilidades de esta técnica
(figs. 2 y 3).
ll)
TRAUMATISMO CRANEAL
Este cráneo pertenece al individuo V exhumado en la necrópolis ubicada en el subsuelo del «Re:ñal Monestir de Santa Maria» (Ripoll, Girona), en las excavaciones realizadas entre 1969 y 1972 (2). Los enterramientos son anteriores al siglo XI en que se inició
la construcción de la actual Basílica.
Este individuo presenta varias lesiones de origen traumático (3), siendo de destacar
una lesión por impacto frontal izquierda (fig. 4), que dio lugar a un hundimiento con
trayectos fistulosos, a causa de una infección secundaria, que se comunicaba con la fosa
nasal izquierda, órbita del mismo lado y endocráneo. El estudio meticuloso de estas lesiones, a las que sobrevivió largo tiempo, solamente fue posible gracias a la T.C. (figs. 5 y 6).
Ill)
OTOANTRITIS (*)
Hueso temporal izquierdo perteneciente a un niño de unos doce años de edad, encontrado en el «Cementiri deis Moros••, Dolmen de Torrent (Girona), perteneciente al
Neolítico final o principios del Calcolítico.
(2) E. RIPOLL, T. CARRERAS y J.NUJX; •Notes preliminars sobre les excavacions arqueolbgiques de la b8S11ica de Santa Maria de Ri·
poll•. Revista de Girona, 83, Girona, 1978, págs. 223-230.
(3) D. CAMPILLO y E. VIVES: ·Estudio paleo-patológico de los restos exhumados en la Necrópolis del Reial Monestir de Santa Maria
(Ripoll, Girona)•. Actas I Simposio de Antropología Biológica de Espalla, Madrid, 1978, págs. 67-68.
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Fig. 2.-Cráneo normal, con planos tomográficos computariza·
dos axiales que incluyen las órbitas, senos frontales y
porción media de la bóveda craneal.
Fig. 3.-Cráneo de la figura precedente, con planos axiales más
bajos que incluyen el macizo facial, p eñascos y parte superior de la fosa posterior.
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Fig. 4.-Cráneo del individuo V de Santa María de Ripoll, que muestra su hundimiento traumático
frontal izquierdo.
En su facies interna (fig. 6), en la cara posterosuperior del peñasco, se observa un
orificio fistuloso (*) situado junto al surco del seno lateral. El buen estado de la pieza,
recubierta de una pátina de concreciones, que incluye el orificio fistuloso, permite excluir que dicha perforación sea secundaria a un deterioro póstumo.
La situación de esta perforación anómala, resulta sospechosa de que el individuo
hubiese presentado un proceso supurado ótico con fistulización endocraneal, ya que en
esta complicación típica de las otitis medias, se suele perforar el del peñasco temporal
precisamente a ese nivel. A través de este orificio fistuloso, el pus de la infección del
oído, puede penetrar en el interior del cráneo y originar una trombosis (*), una meningitis (*) piógena o un absceso (*) cerebral, complicaciones todas ellas de gran gravedad,
que seguramente fueron la causa de la muerte de este niño.
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Fig. S.-Planos tomográficos sagitales y axiales de l cráneo d e la figura precedente, que permiten visualizar los trayectos fistulosos que comunican la lesión exdocraneal con las distintas cavidades endoc raneales (flechas).
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Para justificar nuestro criterio diagnóstico, se practicó un estudio radiográfico convencional del hueso, que no resultó muy demostrativo (4) (fig. 7), procediéndose, posteriormente, a un estudio T.C. (5), que confirma plenamente los criterios diagnósticos anteriormente expuestos (fig. 8), demostrando la bondad de este nuevo método que
estamos preconizando.
(Estudio T. C. realizado por los Ores. Rovira y Peirí en el C.R.C. de Barcelona.)
IV)
OSTEOMA (*) REACCIONAL DE UN ANGIOMA CAVERNOSO (*)
Fragmento del ala mayor derecha del esfenoides, perteneciente a un individuo exhumado en la necrópolis visigótica de Clunia (Burgos), correspondiente a los siglo V-VI.
Este fragmento óseo muestra en su cara orbitaria, junto a la hendidura esfenoida!,
unas exostosis mamelonadas asociadas a auténticas tuberías óseas (fig. 9), que en su
conjunto nos hicieron llegar al diagnóstico de malformación vascular. El estudio anatomopatológico bajo microscopía convencional demostró que las exostosis eran osteomas
reactivos, como con frecuencia acontece en las malformaciones vasculares, sobre todo
en las de tipo arteriovenoso (6). La radiografia convencional no aportó datos de importancia al estudio, pero en cambio la T.C. permitió un examen meticuloso de las cavitaciones del interior de la pieza (fig. 10), antes de ser seccionada para su estudio histopatológico.
(Estudio T. C. realizado por el Dr. Rovira en el C.R.C. de Barcelona.)
EXPLORACIONES EN EL ESQUELETO POSTCRANEAL
V)
HERNIA DISCAL
Procedentes de la Quinta de San Rafael (Tarragona), fueron exhumados varios esqueletos de época tardorromana y entre ellos los cuerpos vertebrales correspondientes a
las vértebras lumbares L3 y L4, en las que pudo ponerse en evidencia, que durante su
vida, este individuo había padecido una hernia discal (*) (7). En la cara inferior del
cuerpo de L3 y en la superior del de L4 se observaban amplias cavidades de Schmorl
(*), alcanzando la inferior el canal raquídeo. Mortunadamente para la paleopatología,
el ligamento vertebral posterior se había calcificado, conservando su abombamiento y
la cavidad en donde estudo alojada la hernia discal. La radiografia lateral convencional
no aportó ningún dato de interés, mientras que en la T.C. queda perfectamente delimitada la lesión (fig. 11).
(4) E. VIVES y D. CAMPILLO: ·Otoanlritis en un individuo del dolmen de 'ihl"l"'eDt (Girona)o. Actas del XXVII Con¡re10 Internacional
de Historia de la Medicina (Barcelona), 1980, págs. 671-674.
(5) D. CAMPILLO: •La enfermedad en la prehistori&». Ed. Salvat, Barcelona, 1983.
(6) D. CAMPILLO, D. TURBÓN, L. CAMACHO y J. L. CASES: •Probable aneurisma cavernoso retro-ocular dencllo c:on osteoma reactivo, en el individuo n.• 7 do la necrópolis visigótica de Clunia (Burgos), correspondiente a Jos sigloa V-VI•. Empúries. 45--46, Barcelona, 1983-1984, págs. 342·350.
(7) D. CAMPILLO: •Remiated intervertebrallumbar disc in an individual from the Roman Era, exhumated from the "Quinta de San
Rafael" (Tarragona)•. Joumal of Paleopathology, 2, 1988, págs. 89-94.
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TOMOGRA.FÍA COMPUTARIZADA
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Fig. 6.-Cara interna d el hueso temporal infantil, proced ente d e l dolmen d e Torrent. SS, s urco del
seno sigmoideo; F, orificio fistuloso; CAl, conducto audi tivo interno.
VI) TUMORACIÓN INTRAÓSEA
Tercio distal de un húmero derecho, de época medieval, procedente de Santa Olalla
de Celada (Cantabria). La inspección ocular permite apreciar un importante engrosamiento diafisario y una gran cavidad interior, visible por un deterioro cortical póstumo
(fig. 12). Los datos aportados por la T. C. nos hacen sospechar que en vida este individuo
sufrió probablemente un tumor óseo de «células gigantes» o un «qui ste esencial de los
huesos» (fig. 13). Las imágenes radiográficas coinciden con las que Piulachs (8) muestr a
como características.
VII)
PROBABLE ENFERMEDAD ÓSEA DE PAGET
Fémur izquierdo n.!! 137, exhumado en una necrópolis del siglo XVII en Wamba
(Valladolid). A partir de la mitad del tercio superior de su diáfisis, muestra un engrosamiento importante con su superficie un tanto osteoporótica, sospechosa de una periostitis e incluso de una osteomielitis (fig. 14), diagnóstico que parecía apoyado la radiografía convencional. Al someter la pieza a la T.C. (fig. 15), se puede constatar que el
(8) P. PIULACHS! ·Lecciones de patología quirúrgica, l•. Ed J . J an&. Barulona. 1948.
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Fig. 7.-Radiografia convencional del hueso temporal de la figura precedente.
F ig. 8.-Tomograña computarizada en planos axiales, del te mporal infantil del dolmen de Torrent. Se
pueden visualizar; S, seno s igmoideo; F, orificio fistuloso; A, antro junto a la caja del tímpano.
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TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA
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Fig. 9.-Aia mayor del individuo núm. 7 de Clunia, vista por s u cara cerebral. Las flechas marcan la si·
tuación de la he ndidura esfenoidal; T, osteomas reaccionales e n la cara orbitaria de l a la; C,
cavidad lntratumoral.
engrosamiento no se debe a una reacción perióstica, sino que afecta a la totalidad del
hueso compacto diafisario, cuyo aspecto recuerda la típica imagen en .. tablero de ajedrez», muy frecuente en la enfermedad ósea de Paget (9), diagnóstico que nos parece
más probable.
(91 PIULACH S Op c-tl nota 8.
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F lg. l O.-Planos tomográficos en la pieza ósea d e la figura preced ente, que permiten observar las cavitacion es intratumorales. R =la d o derecho.
Fig. H.-Radiografías ve1
•tebrales d e un individuo de la Quinta de San Rafael. RC = tomografia
convencional; TC .. tomografía computarizada; B, cavidad donde se al oja la herni a
discal; LV = ligamento vertebr al pos terior calc ificado; L3, cuerpo de la te1·cera vértebra lu,mbar; L4, cuerpo de la cuar ta vér tebra lu mbar.
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Fig. 12.-Tercio distal de un húmero derecho, procede nte d e
Santa OlalJa de Celada. S e aprecia el importante
e ngrosamiento diafisario.
Fig. 13.- Planos tomográficos d e l húmero de la figur a prece·
d e nte en el que se observan las cavitaciones que se comentan en el texto.
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Fig. 14.-Fémur izquierd o nú.m . 137 d e Wamba. Se a precia s u en grosamiento y las irregularidades d e s u masa cortical
que se comentan e n e l te.x to.
Fig. 15.-Algunas planigrafías de. fé mur 137 de Wa mba con e l e n l
gros amiento diafisario y á r eas d e condensació n , sospech osos de enfermedad d e Paget.
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TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA
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CONCLUSIONES
Como dijimos al principio de nuestra exposición, el objetivo que nos propusimos, era
dar a conocer a los arqueólogos y prehistoriadores la contribución que la «tomograña
computarizada» podía aportar a los estudios paleopatológicos, contribuyendo a mejorar
nuestros conocimientos sobre las enfermedades que padecieron nuestros antepasados y
que con toda seguridad afectaron a su forma de vida, demografia, esperanza de vida y a
todos los aspectos de su existencia. La pequeña muestra que hemos presentado, consideramos que permite apreciar las indudables ventajas que este método de exploración
radiográfica puede aportar.
AGRADECIMIENTOS
Debemos agradecer, en primer lugar, a la Dirección de la Q.S. «La Alianza>> por habemos permitido practicar la mayoría de T.C. de este estudio y asimismo al Dr. Mauri,
jefe del Servicio de Radiología del Hospital Central de dicha Institución. Por las mismas razones, agradecemos al Dr. M. Rovira i Molist las tomografías practicadas en el
Centro Radiológico Computarizado de Barcelona.
Este trabajo no se habría podido llevar a término sin las aportaciones desinteresadas del material osteológico por parte de los arqueólogos y antropólogos Dres. Palol y
Turbón de la Univ. de Barcelona, Dr. Trancho de la Univ. Complutense de Madrid y Sr.
Rasines de Santander.
Por su colaboración en algunos de los exámenes tomográficos, damos las gracias a
los Dres. Peirí (C.R.C.) y Ribera (Q.S.A.).
Sin la colaboración de los fotógrafos del Museu Arqueolbgic de Barcelona, Sres.
Oriol Clavell y Julia Martínez, este trabajo no se habría podido realizar.
GLOSARIO
Absceso: Colección de pus en el interior del organismo.
Algoritmo: Ciencia del cálculo aritmético y algebraico.
Angioma cavernoso: Malformación vascular con grandes cavidades.
Barrido: Proceso por el que un dispositivo explora sistemática y repetidamente un
área o un espacio reconociéndolos punto por punto para transformar la imagen de cada
uno de ellos en señales eléctricas y reconvertirlas posteriormente otra vez en imagen.
Cavidades de Schmorl: Huella que dejan las hernias intracorporales en las caras
superior o inferior de los cuerpos vertebrales.
Etiología: Causa de una enfermedad.
Fístula: Abertura anormal ulcerosa, que intercomunica dos cavidades del
organismo o una cavidad con el exterior.
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D. CAMPILLO Y A CARVAJAL
Hernia discal: Extrusión del núcleo pulposo de un disco intervertebral por rotura
del anulus discal. Estas hernias en general protruyen dentro del canal raquídeo.
Matriz: Conjunto de símbolos o signos algebraicos colocados en líneas horizontales
y verticales y dispuestos en forma de rectángulo, representados en la placa radiográfica
por el número de puntos que componen la imagen.
Meningitis: Proceso inflamatorio de las meninges, membranas que recubren el cerebro.
Neoplasia: Formación de tejido anormal en el organismo. Conforman los tumores,
que pueden ser benignos o malignos (estos últimos, vulgarmente conocidos como cáncer).
Noxa: Agente o acto nocivo o pernicioso.
Osteoma: Tumor óseo.
Osteomielitis: Infección del hueso.
Otoantritis: Infección del oído interno.
Patognomónica: Dícese del signo que caracteriza una enfermedad y que basta por
sí sólo para sentar el diagnóstico.
Planigrafía: Estudio por planos.
Pseudopatología: Falsa patología; alteraciones de carácter póstumo que pueden
sugerir una enfermedad que no existió.
Sean: Registrar.
Scanner: Dispositivo explorador.
Scanning: VlSualización radiográfica.
Tafonomía: Ciencia que estudia los cambios y las causas que convierten un ser
vivo en esqueleto.
Trombosis: Obstrucción de un vaso sanguíneo, arterial o venoso.
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DOMINGO CAMPILLO* Y ANTONIO CARVAJAL**
POSffiiLIDADES DIAGNÓSTICAS DE LA TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA
EN LOS ESTUDIOS PALEOPATOLÓGICOS
INTRODUCCIÓN
La finalidad del presente estudio, pretende destacar el importante avance técnico
que supone la tomografia computarizada, exploración, que desde su introducción hace
dos décadas, permite un mejor estudio de los restos humanos, tanto esqueléticos como
momificados. A nuestro entender, el mejor estudio antropológico y paleopatológico que
esta técnica nos permite, representa una notable contribución para la prehistoria y la
arqueología, cuya última finalidad, es el mejor conocimiento de las poblaciones humanas que nos precedieron y cómo fueron evolucionando.
Los estudios prehistóricos, desde sus inicios en la primera mitad del siglo pasado y
los correspondientes a los tiempos antiguos, han evolucionado de forma sorprendente,
beneficiándose de los importantes avances científicos, que cada vez en mayor número,
aportan datos que nos permiten una aproximación cada vez más exacta a nuestro pasado. También la paleoantropología y la paleopatología se han beneficiado de esos avances, que nos permiten comprender mejor cómo eran nuestros antepasados, cómo era su
forma de vida y qué enfermedades padecieron.
Creemos que la enfermedad es tan antigua como la vida y que la especie humana, al
igual que los restantes seres vivientes, padecieron enfermedades, a causa de las cuales,
su esperanza de vida era muy inferior a la que hoy en día gozan las poblaciones actuales del mundo occidental. Sin embargo, conseguir un diagnóstico etiológico (*) de esas
enfermedades, es el reto que tiene planteado el paleopatólogo, sobre todo, cuando como
ocurre en la Península Ibérica, nos vemos prácticamente limitados a los estudios osteológicos, ya que los restos momificados son muy escasos.
• Departamento de Historia de la Medicina, Universidad Autónoma de Barc:elona.
.. Servicio de Radiología, Hoepital Central de BarceloiUL
(•) Lu palabru eeiialadu con UD asterisco remiten a UD glosario por orden aliabétieo al final del artículo.
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Fig. l.-Esquema de planoe semiaxiales.
No creemos que sean necesarios muchos comentarios para comprender las dificultades que se le presentan a los paleopatólogos para conseguir un diagnóstico de certeza.
En primer lugar, se queda limitado a la detección de tan sólo aquellas enfermedades
que de forma directa o indirecta afectan al hueso, quedando prácticamente excluidas
todas las demás. En segundo lugar, se deben tener en cuenta las alteraciones tafonómicas (*) que sufre el hueso y que puede dar lugar a alteraciones pseudopatológicas (*), no
siempre fáciles de detectar. Una tercera dificultad se debe a que las formas de reacción
ósea son limitadas, y así, distintas noxas (*) pueden ocasionar reacciones semejantes,
cuando no idénticas, con lo que el diagnóstico se hace más dificil, pues los signos patognomónicos (*) son escasos.
CONTRIBUCIÓN DE LA RADIOLOGiA A LOS ESTUDIOS PALEOSTEOLÓGICOS
Posiblemente, el primer examen complementario que contribuyó al diagnóstico paleopatológico de las lesiones óseas, fue la radiografia simple convencional, cosa que no
sorprenderá a nadie, pues en clínica, osteología y radiografia siempre han estado unidas. Gracias a la radiología se han podido lograr diagnósticos que sin ella serían imposibles, pero la radiografia «convencional•, como cualquier otra técnica, tiene sus limitaciones. Por fortuna, entre otros importantes avances técnicos, en nuestra ayuda ha
venido la «tomografia computarizada» (T. C.) o scanner.
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El desarroyo práctico de la T.C. se debe a Godfrey N. Hounsfield, ingeniero electrónico de la EMI Ltd. de Inglaterra. Una de las más importantes cualidades de este método de estudio, estriba en que evita la superposición de estructuras que tienen lugar
en la radiografia convencional, obteniendo las imágenes de un plano de escaso grosor,
de ahí su nombre de «planigrafía» (*) o <
muestra una escala de densidades (coeficiente de atenuación a los rayos X), muy superior a la obtenida mediante la radiología convencional, ya sea simple o tomográfica. Poderse adentrar en la estructura ósea o en las cavidades craneales supone un importante avance para los estudios radiológicos y, cómo no, para los osteopaleopatológicos,
siendo de desear un progresivo mayor uso de esta técnica que ha revolucionado el diagnóstico médico en las últimas dos décadas.
La radiografia convencional plantea como problema la superposición de planos, que
hace que determinadas estructuras sean dificiles de examinar, no siendo infrecuentes
las imágenes dudosas y las pseudoimágenes patológicas. La tomografía convencional,
aunque representa una notable ayuda para algunos estudios, tiene la dificultad de que
las imágenes obtenidas presentan una menor definición que las obtenidas mediante
T.C., cosa que dificulta su interpretación.
La tomografía computarizada obvia la mayoría de estos problemas, permitiendo
examinar las íntimas estructuras óseas con gran nitidez, detectando fácilmente las
imágenes pseudopatológicas por concreciones calcáreas o restos de tierra, muy frequentes en los restos esqueléticos antiguos. Asimismo, se consiguen mejores resultados en el
estudio de los huesos fosilizados, cuya mayor opacidad a los rayos roentgen, dificulta la
visualización de la estructura ósea. Otro problema que la T.C. ayuda a resolver es el estudio de los cráneos completos, en los que resulta muy difícil inspeccionar su interior,
aún con el uso de <
que exploramos, en cualquiera de los planos anatómicos (axiales, sagitales, coronales u
otras incidencias) de forma sencilla y rápida.
El hecho de que no existan estructuras de las partes blandas de los huesos estudiados, provoca artefactos en las imágenes obtenidas mediante T. C., aunque barajando las
distintas técnicas de exploración de que disponemos, podemos llegar prácticamente a
suprimirlos.
CONNOTACIONES TÉCNICAS
Los estudios presentados han sido efectuados con un aparato General Electric CTMAX, con el cual se han realizado cortes tomográficos de 2, 5 ó 10 mm. Se han usado algoritmos (*) de cálculo específicos para hueso, obteniendo una matriz (*) de 320 x 320.
(1) F. FELSON (dir.): ./lbmografia craneal computarizada•. Ed. 'lbray, Barcelona, 1979.
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MUESTRA PALEOPATOLÓGICA
Núestra exposición está destinada a mostrar, mediante unos casos concretos, las posibilidades de esta técnica radiográfica, presentando algunas piezas que hemos tenido
la oportunidad de estudiar y que corresponden a períodos muy distintos.
Antes de presentar los casos que ilustran este trabajo, debemos destacar, que dadas
sus peculiaridades estructurales, los resultados son distintos cuando se aplica al cráneo
o al esqueleto postcraneal. En el cráneo los resultados son espectaculares, pues con independencia de la investigación de los procesos patológicos, nos permite discernir entre las
finas estructuras que entrañan el macizo facial y la base del cráneo, en que la radiología
convencional se ve mucho más limitada. En el esqueleto postcraneal, su mayor interés
reside en el estudio de las anomalías estructurales que causan los procesos patológicos,
en especial las neoplasias (*) y los procesos inflamatorios, como p.e. las osteomielitis (*).
EXPLORACIONES EN EL CRÁNEO
Antes de mostrar algunos casos concretos, destacaremos que los estudios sobre cráneos
«Secos» permiten realizar las planigrafias, según las tres dimensiones del espacio: sagital,
transversal y horizontal (en general semiaxiales) (fig. 1) o con cualquier otra incidencia.
1)
CRÁNEONORMAL
Se trata de un cráneo de época actual, pero nos parece interesante mostrar algunas
secciones tomográficas, que nos permiten constatar las posibilidades de esta técnica
(figs. 2 y 3).
ll)
TRAUMATISMO CRANEAL
Este cráneo pertenece al individuo V exhumado en la necrópolis ubicada en el subsuelo del «Re:ñal Monestir de Santa Maria» (Ripoll, Girona), en las excavaciones realizadas entre 1969 y 1972 (2). Los enterramientos son anteriores al siglo XI en que se inició
la construcción de la actual Basílica.
Este individuo presenta varias lesiones de origen traumático (3), siendo de destacar
una lesión por impacto frontal izquierda (fig. 4), que dio lugar a un hundimiento con
trayectos fistulosos, a causa de una infección secundaria, que se comunicaba con la fosa
nasal izquierda, órbita del mismo lado y endocráneo. El estudio meticuloso de estas lesiones, a las que sobrevivió largo tiempo, solamente fue posible gracias a la T.C. (figs. 5 y 6).
Ill)
OTOANTRITIS (*)
Hueso temporal izquierdo perteneciente a un niño de unos doce años de edad, encontrado en el «Cementiri deis Moros••, Dolmen de Torrent (Girona), perteneciente al
Neolítico final o principios del Calcolítico.
(2) E. RIPOLL, T. CARRERAS y J.NUJX; •Notes preliminars sobre les excavacions arqueolbgiques de la b8S11ica de Santa Maria de Ri·
poll•. Revista de Girona, 83, Girona, 1978, págs. 223-230.
(3) D. CAMPILLO y E. VIVES: ·Estudio paleo-patológico de los restos exhumados en la Necrópolis del Reial Monestir de Santa Maria
(Ripoll, Girona)•. Actas I Simposio de Antropología Biológica de Espalla, Madrid, 1978, págs. 67-68.
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Fig. 2.-Cráneo normal, con planos tomográficos computariza·
dos axiales que incluyen las órbitas, senos frontales y
porción media de la bóveda craneal.
Fig. 3.-Cráneo de la figura precedente, con planos axiales más
bajos que incluyen el macizo facial, p eñascos y parte superior de la fosa posterior.
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Fig. 4.-Cráneo del individuo V de Santa María de Ripoll, que muestra su hundimiento traumático
frontal izquierdo.
En su facies interna (fig. 6), en la cara posterosuperior del peñasco, se observa un
orificio fistuloso (*) situado junto al surco del seno lateral. El buen estado de la pieza,
recubierta de una pátina de concreciones, que incluye el orificio fistuloso, permite excluir que dicha perforación sea secundaria a un deterioro póstumo.
La situación de esta perforación anómala, resulta sospechosa de que el individuo
hubiese presentado un proceso supurado ótico con fistulización endocraneal, ya que en
esta complicación típica de las otitis medias, se suele perforar el del peñasco temporal
precisamente a ese nivel. A través de este orificio fistuloso, el pus de la infección del
oído, puede penetrar en el interior del cráneo y originar una trombosis (*), una meningitis (*) piógena o un absceso (*) cerebral, complicaciones todas ellas de gran gravedad,
que seguramente fueron la causa de la muerte de este niño.
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Fig. S.-Planos tomográficos sagitales y axiales de l cráneo d e la figura precedente, que permiten visualizar los trayectos fistulosos que comunican la lesión exdocraneal con las distintas cavidades endoc raneales (flechas).
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D. CAMPILLO Y A. CARVAJAL
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Para justificar nuestro criterio diagnóstico, se practicó un estudio radiográfico convencional del hueso, que no resultó muy demostrativo (4) (fig. 7), procediéndose, posteriormente, a un estudio T.C. (5), que confirma plenamente los criterios diagnósticos anteriormente expuestos (fig. 8), demostrando la bondad de este nuevo método que
estamos preconizando.
(Estudio T. C. realizado por los Ores. Rovira y Peirí en el C.R.C. de Barcelona.)
IV)
OSTEOMA (*) REACCIONAL DE UN ANGIOMA CAVERNOSO (*)
Fragmento del ala mayor derecha del esfenoides, perteneciente a un individuo exhumado en la necrópolis visigótica de Clunia (Burgos), correspondiente a los siglo V-VI.
Este fragmento óseo muestra en su cara orbitaria, junto a la hendidura esfenoida!,
unas exostosis mamelonadas asociadas a auténticas tuberías óseas (fig. 9), que en su
conjunto nos hicieron llegar al diagnóstico de malformación vascular. El estudio anatomopatológico bajo microscopía convencional demostró que las exostosis eran osteomas
reactivos, como con frecuencia acontece en las malformaciones vasculares, sobre todo
en las de tipo arteriovenoso (6). La radiografia convencional no aportó datos de importancia al estudio, pero en cambio la T.C. permitió un examen meticuloso de las cavitaciones del interior de la pieza (fig. 10), antes de ser seccionada para su estudio histopatológico.
(Estudio T. C. realizado por el Dr. Rovira en el C.R.C. de Barcelona.)
EXPLORACIONES EN EL ESQUELETO POSTCRANEAL
V)
HERNIA DISCAL
Procedentes de la Quinta de San Rafael (Tarragona), fueron exhumados varios esqueletos de época tardorromana y entre ellos los cuerpos vertebrales correspondientes a
las vértebras lumbares L3 y L4, en las que pudo ponerse en evidencia, que durante su
vida, este individuo había padecido una hernia discal (*) (7). En la cara inferior del
cuerpo de L3 y en la superior del de L4 se observaban amplias cavidades de Schmorl
(*), alcanzando la inferior el canal raquídeo. Mortunadamente para la paleopatología,
el ligamento vertebral posterior se había calcificado, conservando su abombamiento y
la cavidad en donde estudo alojada la hernia discal. La radiografia lateral convencional
no aportó ningún dato de interés, mientras que en la T.C. queda perfectamente delimitada la lesión (fig. 11).
(4) E. VIVES y D. CAMPILLO: ·Otoanlritis en un individuo del dolmen de 'ihl"l"'eDt (Girona)o. Actas del XXVII Con¡re10 Internacional
de Historia de la Medicina (Barcelona), 1980, págs. 671-674.
(5) D. CAMPILLO: •La enfermedad en la prehistori&». Ed. Salvat, Barcelona, 1983.
(6) D. CAMPILLO, D. TURBÓN, L. CAMACHO y J. L. CASES: •Probable aneurisma cavernoso retro-ocular dencllo c:on osteoma reactivo, en el individuo n.• 7 do la necrópolis visigótica de Clunia (Burgos), correspondiente a Jos sigloa V-VI•. Empúries. 45--46, Barcelona, 1983-1984, págs. 342·350.
(7) D. CAMPILLO: •Remiated intervertebrallumbar disc in an individual from the Roman Era, exhumated from the "Quinta de San
Rafael" (Tarragona)•. Joumal of Paleopathology, 2, 1988, págs. 89-94.
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TOMOGRA.FÍA COMPUTARIZADA
9
Fig. 6.-Cara interna d el hueso temporal infantil, proced ente d e l dolmen d e Torrent. SS, s urco del
seno sigmoideo; F, orificio fistuloso; CAl, conducto audi tivo interno.
VI) TUMORACIÓN INTRAÓSEA
Tercio distal de un húmero derecho, de época medieval, procedente de Santa Olalla
de Celada (Cantabria). La inspección ocular permite apreciar un importante engrosamiento diafisario y una gran cavidad interior, visible por un deterioro cortical póstumo
(fig. 12). Los datos aportados por la T. C. nos hacen sospechar que en vida este individuo
sufrió probablemente un tumor óseo de «células gigantes» o un «qui ste esencial de los
huesos» (fig. 13). Las imágenes radiográficas coinciden con las que Piulachs (8) muestr a
como características.
VII)
PROBABLE ENFERMEDAD ÓSEA DE PAGET
Fémur izquierdo n.!! 137, exhumado en una necrópolis del siglo XVII en Wamba
(Valladolid). A partir de la mitad del tercio superior de su diáfisis, muestra un engrosamiento importante con su superficie un tanto osteoporótica, sospechosa de una periostitis e incluso de una osteomielitis (fig. 14), diagnóstico que parecía apoyado la radiografía convencional. Al someter la pieza a la T.C. (fig. 15), se puede constatar que el
(8) P. PIULACHS! ·Lecciones de patología quirúrgica, l•. Ed J . J an&. Barulona. 1948.
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Fig. 7.-Radiografia convencional del hueso temporal de la figura precedente.
F ig. 8.-Tomograña computarizada en planos axiales, del te mporal infantil del dolmen de Torrent. Se
pueden visualizar; S, seno s igmoideo; F, orificio fistuloso; A, antro junto a la caja del tímpano.
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TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA
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Fig. 9.-Aia mayor del individuo núm. 7 de Clunia, vista por s u cara cerebral. Las flechas marcan la si·
tuación de la he ndidura esfenoidal; T, osteomas reaccionales e n la cara orbitaria de l a la; C,
cavidad lntratumoral.
engrosamiento no se debe a una reacción perióstica, sino que afecta a la totalidad del
hueso compacto diafisario, cuyo aspecto recuerda la típica imagen en .. tablero de ajedrez», muy frecuente en la enfermedad ósea de Paget (9), diagnóstico que nos parece
más probable.
(91 PIULACH S Op c-tl nota 8.
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F lg. l O.-Planos tomográficos en la pieza ósea d e la figura preced ente, que permiten observar las cavitacion es intratumorales. R =la d o derecho.
Fig. H.-Radiografías ve1
•tebrales d e un individuo de la Quinta de San Rafael. RC = tomografia
convencional; TC .. tomografía computarizada; B, cavidad donde se al oja la herni a
discal; LV = ligamento vertebr al pos terior calc ificado; L3, cuerpo de la te1·cera vértebra lu,mbar; L4, cuerpo de la cuar ta vér tebra lu mbar.
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Fig. 12.-Tercio distal de un húmero derecho, procede nte d e
Santa OlalJa de Celada. S e aprecia el importante
e ngrosamiento diafisario.
Fig. 13.- Planos tomográficos d e l húmero de la figur a prece·
d e nte en el que se observan las cavitaciones que se comentan en el texto.
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Fig. 14.-Fémur izquierd o nú.m . 137 d e Wamba. Se a precia s u en grosamiento y las irregularidades d e s u masa cortical
que se comentan e n e l te.x to.
Fig. 15.-Algunas planigrafías de. fé mur 137 de Wa mba con e l e n l
gros amiento diafisario y á r eas d e condensació n , sospech osos de enfermedad d e Paget.
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TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA
15
CONCLUSIONES
Como dijimos al principio de nuestra exposición, el objetivo que nos propusimos, era
dar a conocer a los arqueólogos y prehistoriadores la contribución que la «tomograña
computarizada» podía aportar a los estudios paleopatológicos, contribuyendo a mejorar
nuestros conocimientos sobre las enfermedades que padecieron nuestros antepasados y
que con toda seguridad afectaron a su forma de vida, demografia, esperanza de vida y a
todos los aspectos de su existencia. La pequeña muestra que hemos presentado, consideramos que permite apreciar las indudables ventajas que este método de exploración
radiográfica puede aportar.
AGRADECIMIENTOS
Debemos agradecer, en primer lugar, a la Dirección de la Q.S. «La Alianza>> por habemos permitido practicar la mayoría de T.C. de este estudio y asimismo al Dr. Mauri,
jefe del Servicio de Radiología del Hospital Central de dicha Institución. Por las mismas razones, agradecemos al Dr. M. Rovira i Molist las tomografías practicadas en el
Centro Radiológico Computarizado de Barcelona.
Este trabajo no se habría podido llevar a término sin las aportaciones desinteresadas del material osteológico por parte de los arqueólogos y antropólogos Dres. Palol y
Turbón de la Univ. de Barcelona, Dr. Trancho de la Univ. Complutense de Madrid y Sr.
Rasines de Santander.
Por su colaboración en algunos de los exámenes tomográficos, damos las gracias a
los Dres. Peirí (C.R.C.) y Ribera (Q.S.A.).
Sin la colaboración de los fotógrafos del Museu Arqueolbgic de Barcelona, Sres.
Oriol Clavell y Julia Martínez, este trabajo no se habría podido realizar.
GLOSARIO
Absceso: Colección de pus en el interior del organismo.
Algoritmo: Ciencia del cálculo aritmético y algebraico.
Angioma cavernoso: Malformación vascular con grandes cavidades.
Barrido: Proceso por el que un dispositivo explora sistemática y repetidamente un
área o un espacio reconociéndolos punto por punto para transformar la imagen de cada
uno de ellos en señales eléctricas y reconvertirlas posteriormente otra vez en imagen.
Cavidades de Schmorl: Huella que dejan las hernias intracorporales en las caras
superior o inferior de los cuerpos vertebrales.
Etiología: Causa de una enfermedad.
Fístula: Abertura anormal ulcerosa, que intercomunica dos cavidades del
organismo o una cavidad con el exterior.
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D. CAMPILLO Y A CARVAJAL
Hernia discal: Extrusión del núcleo pulposo de un disco intervertebral por rotura
del anulus discal. Estas hernias en general protruyen dentro del canal raquídeo.
Matriz: Conjunto de símbolos o signos algebraicos colocados en líneas horizontales
y verticales y dispuestos en forma de rectángulo, representados en la placa radiográfica
por el número de puntos que componen la imagen.
Meningitis: Proceso inflamatorio de las meninges, membranas que recubren el cerebro.
Neoplasia: Formación de tejido anormal en el organismo. Conforman los tumores,
que pueden ser benignos o malignos (estos últimos, vulgarmente conocidos como cáncer).
Noxa: Agente o acto nocivo o pernicioso.
Osteoma: Tumor óseo.
Osteomielitis: Infección del hueso.
Otoantritis: Infección del oído interno.
Patognomónica: Dícese del signo que caracteriza una enfermedad y que basta por
sí sólo para sentar el diagnóstico.
Planigrafía: Estudio por planos.
Pseudopatología: Falsa patología; alteraciones de carácter póstumo que pueden
sugerir una enfermedad que no existió.
Sean: Registrar.
Scanner: Dispositivo explorador.
Scanning: VlSualización radiográfica.
Tafonomía: Ciencia que estudia los cambios y las causas que convierten un ser
vivo en esqueleto.
Trombosis: Obstrucción de un vaso sanguíneo, arterial o venoso.
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